Cuando un animal es rescatado la ilusión de todos es que encontrará un buen hogar, los refugios se esfuerzan cada día por rescatar y curar animalitos en malas condiciones y luego entregarlos a buenas personas que les den amor por el resto de su vida. Cada vez que un perrito o gatito es entregado a una persona, los rescatistas se llenan de esperanzas y les da ánimos para seguir adelante.
Lamentablemente, hay mucha maldad en el mundo y no todas las historias tienen un final feliz.
La historia de Manu o también conocida como Piña, nos ha destrozado el corazón y nos hace cuestionar la sociedad en la que vivimos. Ella fue rescatada de las calles de Bogotá cuando estaba muy pequeña y enferma por la organización Vamos A Adoptar Con Responsabilidad, su piel estaba muy enferma y tenía mucho miedo.
Pero poco a poco y con mucho amor sus voluntarios y trabajadoras fueron sanando sus heridas físicas y emocionales.
Su pelo blanco fue naciendo nuevamente sano y sus ojitos claros dejaron de expresar temor, finalmente una mujer la llevó a casa con la mejor disposición de darle la vida que se merecía. Todos estaban muy felices, incluyendo a Manu, pero la desgracia no tardó en llegar disfrazada de delincuencia.
Mientras la paseaban, dos delincuentes intentaron robarle el teléfono a su dueña, ella se opuso y robaron a Piña después de darle varias puñaladas.
La familia se puso en contacto con la organización que le dio a Manu para que les ayudaran a ubicarla, ellos inmediatamente atendieron el llamado y comenzaron un operativo de búsqueda junto con las autoridades. Mientras que su madre adoptiva fue llevada a la Clínica La Colina, con graves heridas en el pecho y en uno de sus brazos.
Difundían su imagen continuamente para que cualquier persona que pudiera obtener una pista no dudara en llamar.
Pero la peor noticia de todas llegó en la mañana, cuando informaron sobre el cuerpo de un cachorro sin vida con las características de Manu; quienes habían sido sus cuidadoras en la organización fueron al reconocimiento de su cuerpecito.
Con mucho dolor tuvieron que confirmar que sí se trataba de la cachorrita que apenas tenía 4 meses de edad.
“A mis ojitos claros le digo abrazando su cuerpo inerte y frío: Perdón por tanto, no merecíamos la grandeza de tu espíritu en esta tierra”, dijeron en el refugio.
Ella será cremada y sus cenizas serán entregadas a la organización que se esforzó tanto por cuidarla en vida. Por su parte, su madre a quien le habían dado de alta unos minutos antes al enterarse de la terrible noticia, tuvo que volver a urgencias esta vez en estado de shock. Es desgarrador saber que la maldad humana no tiene límites, seguramente los criminales al darse cuenta que podrían ser ubicados por la cachorra acabaron con su vida y abandonaron su cuerpo.
Esperamos que en algún momento paguen por sus crímenes, no olvides compartir esta lamentable historia.