Leela, es una pitbull de 6 años de edad, juguetona, que se encontraba en los alrededores de su casa persiguiendo una marmota cuando cayó a través de un agujero de más de 9 metros de altura. Su dueña, Margaret Moore, pensaba que ese agujero había sido clausurado, por lo que nunca se imaginó que algo así podía ocurrir.
Inmediatamente llamó al Animal Care and Control Team of Philadelphia (ACCT Philly) y salieron a evaluar la situación.
“El oficial Choi, de control animal, consiguió mediante un sistema de cuerdas atar a Leela por el pecho pero al tirar la cuerda se rompió, y tuvieron que pedir apoyo a los bomberos”, dijo Ame Dorminy, especialista en ACCT Philly. Luego de que los bomberos estudiaran la situación, determinaron que lo mejor era hacer un nuevo agujero que les permitiera trabajar con facilidad y traer una cuerda más resistente.
La pobre Léela era presa del pánico, caminaba en círculos en el pequeño espacio en el que se encontraba, por más que intentara y llorara no encontraba una salida, pero al darse cuenta que un grupo de personas estaban ahí para ella, comenzó a calmarse.
Dejó que los bomberos hicieran su trabajo.
Pronto pudieron atarla cuidadosamente y comenzaron a elevarla; cuando estuvo en una zona segura, el oficial Davidson de ACCT Philly la tomó en sus brazos. Leela se veía aún muy asustada y agotada, pero no tardó en demostrar que se encontraba muy feliz de poder reencontrarse nuevamente con su madre.
Aunque en el momento la situación era abrumadora, ahora Margaret lo puede contar como una anécdota.
Margaret la llevó al veterinario y aunque se quejaba un poco de dolor por la caída, afortunadamente no tenía ningún hueso roto, ni hemorragias internas; aún tiene algunos signos de ansiedad pero en pocos días estará completamente recuperada.
Comparte la historia de esta perrita que seguramente lo pensará dos veces antes de acercarse a un agujero nuevamente.