El instinto materno promueve grandiosos actos de amor como el hecho de que una perrita pueda cuidar, con todo su amor, a cachorros que no son suyos, aun más sorprendente, cuidar a objetos para intentar solapar su dolor ante la pérdida de sus crías.
Esto fue lo que recientemente experimentó una peludita, después que voluntarios del grupo de bienestar animal Viva Bichos Santos la rescataran de las calles.
Perrita cuida a sus juguetes como si fueran sus bebés.
La peludita fue rescatada de las calles de Brasil, estaba llorando, asustada y muy débil. Al trasladarla al refugio y realizarle los exámenes pertinentes, notaron que su situación era mucho más delicada de lo que parecía.
Estaba embaraza, el ultrasonido reveló un desgarrador diagnóstico. A través de las redes el centro de rescate comentó:
“El ultrasonido alegó que uno de los bebés ya no tenía latidos en su corazón y los otros tienen latidos muy débiles. ¡Necesita entrar en cirugía lo antes posible!»
Aunque estaba en las mejores manos, lamentablemente, estaba muy frágil y la perrita no logró llevar a término sus bebés.
La adorable Samantha había perdido a sus crías, pero su instinto materno quedó latente por mucho tiempo.
Tras la pérdida de sus bebés, quedó emocionalmente inestable, ante ello, los cuidadores hicieron lo posible para animarla, le dieron muchos regalos con la esperanza de aliviar su dolor y que quisiera distraerse jugando.
Lejos estaban de imaginar que lo se supone sería su canal para la diversión, le recordaría constantemente lo que había perdido. A través de las redes Viva Bichos Santos comentó:
“Tiramos varios juguetes al piso para intentar que jugara, pero vimos que los recogía uno a uno y se los llevaba a la cama. Samantha adoptó los juguetes como si fueran sus bebés, y ahora los está lamiendo y cuidando”.
Evidentemente, la perrita encontró en los juguetes una especie de consuelo para sobrellevar su situación. Tenía tanto amor para dar que le daba toda la atención a los juguetes, lamentablemente, nunca recibiría ese amor de vuelta.
Ante la penosa situación, los rescatistas pensaron en presentarle a alguien que la ayudaría a canalizar todo ese amor que quería expresar.
Las hembras caninas tienen un instinto maternal muy desarrollado.
Hace poco al centro de rescate había llegado una perrita callejera más joven que Samantha, fue llamada Sara, estaba muy ansiosa y solitaria sin la presencia de algún perrito adulto que la guiara.
Samantha drenó todo el amor que sentía con Sara, una perrita que la ayudó a sanar sus heridas emocionales.
Los rescatistas pensaron que sería la compañera perfecta para Samantha así que organizaron un encuentro con la esperanza de que ambas peluditas pudieran crear un vínculo y se ayudaran mutuamente a sanar sus corazones.
Esta adorable perrita encontró en los juguetes la manera un poco agridulce de sobrellevar su situación.
Afortunadamente, el encuentro fue todo un éxito y tanto Samantha como Sara lograron crear un vínculo tan perfecto que parecía que se hubieran conocido de toda la vida. Los rescatistas comentaron:
“Y así fue como Samantha tuvo una nueva hija. Ahora, no más llanto, solo amor”.
Desde aquel genuino encuentro ambas peluditas son inseparables, no hay lugar donde este una sin que este la otra. A pesar de ser tan diferentes, han logrado acoplarse y crear su propio mundo de complicidad y amor infinito.
Aunque el cuerpo de Samantha aún necesita algo de tiempo para recuperarse por completo, gracias al amor de Sara, su corazón logró sanar. Ambas peluditas siguen recuperándose en el refugio, solo es cuestión de tiempo para que sus heridas físicas sanen del todo.
Deseamos que cuando llegue el momento adecuado reciban todo el amor que merecen en los brazos de su nueva familia adoptiva. Recuerda que no importa el pasado de un perrito, ellos siempre tendrán mucho amor para dar.