Una perrita que sufría por la pérdida de sus bebés encontró consuelo ofreciéndole sus cuidados a un cachorro huérfano.
La pobre madre, llamada Daya, estaba desamparada en las frías calles de York, en Carolina del Sur, Estados Unidos, cuando los miembros de control de animales la encontraron.
Daya estaba embarazada, la trasladaron a un refugio de perros en el que permaneció un tiempo esperando la oportunidad de ser adoptada. Pero como ninguna familia se interesaba en ella existía el riesgo de que fuera sacrificada cumpliendo con la política del refugio cuando no tienen capacidad para recibir a más animales.
Afortunadamente, la fundación HalfWay There Rescue conoció el caso de Daya e hizo las gestiones necesarias para sacarla de ahí y ayudarla a encontrar un hogar en el que pudiera dar a luz a sus cachorros.
La pobre perrita necesitaba el amor de una familia, había padecido mucho sobreviviendo en la calle y era hora de conocer cómo se sentía descansar en una cómoda cama, y ser querida y protegida.
Apareció alguien dispuesto a adoptar a Daya, pero el caso dio un giro desolador cuando la trasladaron a una clínica veterinaria para evaluarla y comprobaron que tristemente ninguno de los 9 cachorritos que esperaba tenía signos vitales.
La perrita perdió a los 9 cachorros que esperaba
“Sus 9 cachorros estaban en el proceso de ser reabsorbidos por su propio cuerpo. Esto había causado una grave infección en su útero que necesitó una cirugía de emergencia cuando ingresó a la clínica veterinaria para un simple control”, relató una trabajadora de la fundación HalfWay There Rescue.
Daya fue sometida a la intervención quirúrgica y lograron salvarle la vida, días después comenzó a recuperarse, pero su estado de ánimo no era bueno.
La perrita estaba muy triste, sentía mucho dolor por la pérdida de sus cachorros, adoptó un comportamiento muy inusual por la incertidumbre de no saber qué había sucedido con sus bebés.
Para Daya no era fácil comprender cómo de un momento a otro sus cachorros ya no estaban y ni siquiera tuvo la oportunidad de conocerlos.
Ella se acercaba a cualquier objeto que encontraba, lo acariciaba y lo limpiaba. Era como si tuviera la necesidad de proteger a sus bebés. A veces demostraba estar ansiosa y deprimida.
“Ella tenía un hermoso hogar donde recuperarse, pero su instinto la estaba controlando y no sabía a dónde enfocar su energía sin sus cachorros.
Estábamos todos muy contentos de que haya superado la operación, pero teníamos el corazón roto porque extrañaba a sus bebés”, dijo una de las trabajadoras de la protectora de animales.
Habían transcurrido varios días cuando la fundación recibió una llamada alertándoles de una cachorrita abandonada que estaba enferma.
La perrita, a la que llamaron Raisin, tenía una grave infección en la piel y parásitos, tuvo que ser operada y le debieron extraer uno de sus ojos infectados.
Pensaron que podrían buscarle un hogar, pero sabían que Daya estaría complacida de protegerla y cuidarla. Raisin estaba muy débil y era muy pequeña para sobrevivir sin una madre.
Cuando reunieron a Daya y Raisin de inmediato mostraron una conexión especial, ellas comenzaron a ayudarse y a sanar sus corazones rotos.
Daya acogió a Raisin como si fuera su propia bebé, y Raisin sintió por primera vez el amor materno. Justo en el momento en el que más lo necesitaba, la perrita fue alimentada por Daya que sin ser su madre biológica la protegió incondicionalmente.
Después de que Raisin se recuperara y pudiera ser destetada encontró una familia de acogida que también adoptó a Daya.
Las dos merecían permanecer juntas después de ese vínculo tan especial que las unió para superar su triste pasado. Ahora siguen disfrutando de su compañía, son adorables y cautivan el corazón de todos los que conocen su historia.