Un hecho sumamente gracioso ocurrió en Estados Unidos cuando un joven decidió festejar el cumpleaños de su amada perrita. Invitó a sus amigos para que éstos llevaran a sus mascotas y así celebrar el tan esperado acontecimiento, pero nunca imaginó que la festejada no quería compartir su tarta.
En un singular vídeo se puede observar una mesa de madera y detrás de ésta se ubicaban los tres animalitos. La cumpleañera estaba en el centro, imponente y elegantemente vestida con un traje rosa decorado con pequeños círculos blancos, y un lazo del mismo tono en la cabeza. Sus dos pequeños amigos tenían puesto gorros muy divertidos.
Al inicio todo lucía muy bien en el lugar, los canes guardaban la compostura en todo momento. En la parte superior colgaba un letrero en donde fácilmente se leía «Feliz Cumpleaños”.
Una vez llegado el momento de repartir la tarta de cumpleaños, el humano de la mimada mascota compartió con sus amigos, y luego colocó a cada uno de los canes tres pedazos del mismo tamaño en pequeños platitos.
En ese momento la traviesa cumpleañera hizo algo que dejó atónitos a los presentes. Inesperadamente devoró frenéticamente su trozo de pastel y, sin el menor recato, volteó a un lado y comió el de su compañero. No conforme con eso, volteó al otro lado y devoró también el pedazo del otro perrito. Lo hacía de una forma rápida y desesperada, hasta no dejar sino unas pequeñitas migajas.
El rostro de los invitados perrunos mostraba su resignación ante lo sucedido. La fiesta era de la perrita y tenían que cumplirle hasta el más mínimo deseo
Me: I'm going on a diet.*Me, 5 minutes later*
Publiée par Ridiculousness sur Mercredi 20 mars 2019
Afortunadamente para todos nosotros, los demás asistentes al evento pudieron capturar este divertido momento y publicarlo en Facebook donde rápidamente se hizo viral, alcanzando más de 1.5 millones de reproducciones. Los comentarios no se hicieron esperar, los internautas no paraban de reír por la glotonería de la perrita cumpleañera.
“No puedo dejar de ver esto. Necesito conocer a esa loca perrita, podríamos ser almas gemelas. Yo hubiera hecho lo mismo que ella”, dijo un usuario de Facebook.
Muchos otras personas comentaron que la perrita era muy egoísta al comerse la tarta de sus amigos teniendo asegurado el suyo.
“¿Por qué los padres de la perrita no le impidieron comer el pastel de todos los demás? Me siento mal por los otros pequeños”, señaló otro usuario de la conocida red social.
Independientemente de cómo terminó esta fiesta canina, es importante mencionar que todas las mascotas ocupan un lugar irremplazable en la historia familiar. Su niñez dura pocos años y envejecen rápidamente. Y cada uno de estos momentos en su vida representan instantes de felicidad y alegría para su familia y quienes los rodean.
¡No te vayas sin compartir esta divertida historia y cuéntanos cuál ha sido la mayor travesura de tu mascota!