Los perros siguen siendo unos de los animales tratados de forma más injusta por los humanos. Muchos los usan por un tiempo para después desecharlos sin pensar en que se tratan de seres vivos.
Lamentablemente, de esto conocen muy bien muchos galgos, unas criaturas comúnmente utilizadas para carreras clandestinas en países como España y que posteriormente son abandonadas en las peores condiciones.
Este mes las autoridades recibieron un caso realmente triste
Se trata de tres galgos duramente lastimados que fueron puestos en sacos plásticos y después arrojados al agua de un pequeño riachuelo de Gil Gómez de Arahal, en Sevilla (España).
La persona que realizó este acto lo hizo con toda alevosía pues era poco probable que alguna de las criaturas pudiese sobrevivir a semejante ataque, milagrosamente hubo una perrita que sí lo hizo.
Momento en que la Guardia Civil levantaba las bolsas.
De los tres galgos hallados, uno de ellos sobrevivió aunque su estado era bastante crítico. Unos ciclistas que pasaban por la zona se percataron de la situación y decidieron ayudar, al ver la terrible escena no dudaron en dar parte a las autoridades.
“Vieron que salía una nariz de uno de ellos (en las bolsas), la bolsa estaba abierta y el perro se escapó, pero volvió por sí solo poco después”, indicó Olga Diana, la presidenta de la asociación protectora de animales El Amparo del Sur.
Gracias a los microchips, las autoridades pudieron determinar que los tres perritos pertenecían al mismo dueño pero ahora falta saber si esa persona es la responsable de este acto tan vil.
Las criaturas fueron lastimadas al extremo y puestos en el plásticos que estaban sujetos con cuerdas, impidiendo la entrada de aire. El dueño de los perros niega su responsabilidad y la Guardia Civil Española está investigando a un sexagenario que vive en Arahal.
Esta perrita es toda una guerrera.
La perrita que logró sobrevivir lucha por recuperarse de esa terrible cita con la muerte. Apenas fue rescatada recibió atención médica en la clínica veterinaria Morón de la Frontera, en la cual los médicos descubrieron lesiones en su cabeza, patas y nariz.
“Le tiene miedo a los hombres y los evita”, indicó una de las rescatistas.
El animalito está en los huesos pero ahora habrá oportunidad de recuperarse.
Sus cuidadores la bautizaron como Gabi y esperan que pronto se recupere de sus lesiones y también de otros problemas de salud que padece. Después de esto, esperan que la perrita vaya a un refugio en el que pueda encontrar a una familia que verdaderamente la valore y sepa respetarla.
Gabi es una verdadera guerrera, pese a todo el odio pudo sobrevivir a un terrible ataque. Comparte por favor su caso y hagamos posible una nueva oportunidad para ella.