Dicen que uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz, sin embargo, no siempre es tan fácil como parece, muchos menos para los perritos que de un momento a otro pueden estar lejos de casa sin saber cómo volver. Te presentamos a Kongji, una adorable perrita que ya está en su edad adulta y que en la vida canina ha vivido muchísimos años.
Kongji tiene gran tumor que eventualmente causará su muerte.
Kongji, a diferencia de muchos otros perros rescatados, tenía un perfecto estado de salud, un peso ideal y un pelaje que indicaba que tenía unos dueños que se preocupaban por ella, tan suave y brillante que parecía una seda andante.
Esta adorable perrita tiene muchos años encima, sin embargo, esto no es lo que le causa dolor. Al parecer tiene un vacío tan grande que la tristeza la está matando lentamente.
La perrita tiene alrededor de 9 años.
Cuando la perrita fue rescatada vagaba por las grandes calles de China, los voluntarios del centro de rescate que la encontraron trataron de ubicar a los dueños por mucho tiempo, pero todo el esfuerzo fue en vano.
Era como si sus dueños hubieran desaparecido. Decidieron cuidar y encontrar una persona que la amara tanto que la hiciera olvidar tanto sufrimiento por haberse extraviado, al menos esto pensaban los voluntarios ante la triste situación.
Lamentablemente la perrita no tenía ninguna placa de identificación.
Kongji logró ser adoptada, ahora forma parte del hogar de una mujer que la quiere con su vida.
Pero la perrita parece haberse quedado encerrada en el pasado y se niega a reaccionar ante cualquier llamado de juego. Incluso, muchas veces da la espalda y come gruñendo como si no quisiera estar ahí.
Tiene problemas para respirar, por lo que camina muy lento.
Su cuidador sabe que la adorable Kongji está muriendo y solo desea cumplir su último deseo: poder encontrar los verdaderos padres y lograr que pase sus últimos días al lado de sus personas favoritas.
Después de cuatro años de su rescate su actual cuidador ha decidido intentar buscar por segunda vez los dueños del perrito.
La mujer recorre las calles donde fue encontrada la perrita con una foto deseando que alguien la reconozca.
Un día fue con la perrita esperando quizá que reconociera el camino a casa, pero estaba tan débil que pronto se dio por vencida.
La mujer perseverante la toma entre sus brazos, y con algo de ayuda pega avisos alrededor del vecindario.
La perrita es una luchadora y solo quiere encontrar a su verdadera familia.
La mujer regresa a casa y continua la incansable búsqueda consultando Internet, realiza múltiples llamadas manteniendo la esperanza de poder cumplir el último deseo de la perrita que la hace tan feliz.
Es posible que Kongji sepa que sus verdaderos padres están afuera esperándola, y estos sean las últimas personas que quiera ver antes de partir. Ayúdanos a cumplir este último deseo de la perrita y comparte la nota en tus redes para lograr que vuelva al lugar donde fue feliz y pueda despedirse de quienes tanto extrañan.