La historia de Miss Willie está compuesta de 12 años de desamor, miseria y un par de semanas de dicha, tras su merecida liberación. Esta mestiza pertenecía a un despiadado individuo de Carolina del Norte, Estados Unidos.
La perrita vivió encadenada y a la intemperie toda su vida. Representantes de Gente para el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) en la nación norteamericana, en varias oportunidades trataron de interceder por el bienestar de la mascota ante su obstinado dueño, que se negaba a liberarla.
Ante la negativa, los de PETA no se rindieron y comenzaron a visitar con frecuencia a Miss Willie, para cerciorarse de que la perrita estuviese bien, a pesar de los desplantes de su amo. Un día, uno de los proteccionistas se dio cuenta de que la mascota se encontraba más decaída que de costumbre e intuyó que era hora de llevarla a un control médico.
Miss Willie estaba jadeando, tosiendo y no podía ni siquiera ponerse en pie. El representante de PETA explicó la gravedad de la situación al propietario de la perrita, quien finalmente cedió y le entregó a la mascota, para que pudieran trasladarla a un veterinario lo antes posible.
Por desgracia, había muy malas noticias para Miss Willie: la perrita tenía un cuadro avanzado de la enfermedad ocasionada por el gusano del corazón, además de líquido en los pulmones. Adicionalmente, tenía problemas de salud asociados a sus 12 años de edad y a la mala nutrición en la que la mantuvieron durante toda su vida.
See This Formerly Chained Dog's Bucket List and Try Not to Cry
Miss Willie was chained outside for 12 years and nearing death when PETA was able to rescue her and give her a "Doggy Bucket List" for her final days.You'll need a tissue for this one ❤️
Publiée par PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) sur Lundi 27 août 2018
El especialista calculó que a la perrita le quedarían a lo sumo un par de semanas de existencia, así que los representantes de PETA prepararon para ella las dos semanas de celebración más geniales que una mascota pueda imaginar.
En esos 16 días, Miss Willie recibió todas las alegrías y atenciones a las que no pudo acceder en sus años de miseria. Tuvo una fiesta de cumpleaños, una noche de pizza, durmió en una cama blanda y tibia por primera vez en toda su existencia, hizo un paseo en bote, conoció el mar, y experimentó el amor que pueden brindar las personas.
Mis Willie murió en paz. La vicepresidenta senior de PETA, Daphna Nachminovitch, emitió un comunicado a los medios:
“PETA está agradecida de haber podido darle a Miss Willie un feliz capítulo final después de la vida de abandono que soportó. Esta historia muestra exactamente por qué PETA está tan comprometida con la prohibición de la atadura continua de perros en todas partes, incluso en el condado de Halifax, donde este pobre perro languideció durante más de una década».
Esta conmovedora historia sirve de reflexión a aquellas personas que privan del amor y de la felicidad a los animales que escogen como compañeros. Un trato digno a estos nobles seres, es lo menos que puede recibir una mascota, que entrega todo su amor y lealtad incondicionalmente.
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