Los animalitos que son dejados a su suerte en las peligrosas calles pueden tener la mala fortuna de no encontrar quién los ayude, e incluso nunca saber lo que es una caricia o una muestra de cariño, pero por suerte este no es el caso de Nala, una gatita que rápidamente encontró el cariño de madre en dos seres extremadamente cariñosos: en una gatita y en una perrita.
Nala fue encontrada en la calle por un vecino que rápidamente la rescató y trasladó al Spokane County Regional Animal Protection Service (SCRAPS) en Washington. En tal refugio la examinaron y determinaron que afortunadamente tenía buena salud.
Nala era tan pequeña que hubiese sobrevivido mucho tiempo más en las calles
Pero Nala no podía quedarse en el refugio, ya que era muy pequeña para sobrevivir, necesitaba leche y cuidados maternos, así que decidieron exponer la situación en redes sociales, y por suerte una internauta se interesó en llevarse a la pequeña gatita.
Jamie Myers decidió adoptar a Nala, ya que se estaba encargando de una gatita que había perdido a algunas de sus crías, así que Nala encajaba perfectamente con la familia gatuna.
“Nala tenía sólo semana y media menos que los otros gatitos, y la mamá gata era increíble, así que pensé que podría funcionar unirla a la camada, sabía que todo saldría bien”, dijo Jamie.
Y en efecto, Nala y la mamá gata se llevaron muy bien, pero pronto llegó el momento de que la mamá fue adoptada. Sin embargo, Nala aún era muy pequeña, así que tuvo que quedarse sola nuevamente; aún no abría los ojos y no salía a jugar como los otros gatitos, ella sólo bebía leche todo el tiempo.
Nala se quedó sola, pero afortunadamente encontró una madre sustituta muy pronto: una dulce perrita llamada Izzy, la cual recientemente también había tenido cachorritos.
“Izzy comenzó a acercarse a Nala, la llevaba a donde estaban sus cachorros para que no estuviera sola”, dijo Jamie.
Izzy y Nala se volvieron muy cercanas, ella acercaba a la gatita, la cargaba, la alimentaba, y claro que Jamie lo notó, así que no trató de separarlas ni se asustó pensando que Izzy quería lastimarla.
Así fue como Nala tuvo primero a una mamá gatita y luego a una mamá perrita, sin duda tuvo la mejor de las suertes al ser encontrada y acogida por Jamie.
Gracias al cuidado de sus dos madres, la gatita creció sana y fuerte, siendo adoptada por la amorosa familia humana que siempre había merecido. Aunque Izzy vio con nostalgia la partida de su pequeña, sabía que era lo mejor para ella y siempre la recordará con amor.
Actualmente, Izzy ha adoptado a dos gatitos abandonados más a los que llenará de toda su dulzura, demostrando que el amor no conoce de especies. Los animales saben cuando alguien necesita de sus cuidados y siempre están dispuestos a ayudar.
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