Toda perrita que habita en un refugio tiene un solo objetivo en mente: encontrar a esa persona especial que le abra las puertas de su corazón y de su hogar, para poder dejar atrás esos malos momentos de su pasado.
La perrita solo deseaba poder marcharse del refugio con una nueva familia
Ava, una hermosa perrita mezcla de husky con pitbull, tenía solo 10 meses de edad cuando llegó al refugio de animales Hoke County Animal Shelter, ubicado en Carolina del Norte, Estados Unidos. Fue entregada por su propio humano tras, supuestamente, haber tenido un conflicto con él.
Ahí estaba Ava, en un lugar completamente desconocido, rodeada de personas a las que temía porque no le eran familiares. Afortunadamente, los trabajadores del lugar entendieron su nostalgia y se avocaron a hacerla sentir lo más cómoda posible.
Kristi Pylant, miembro del equipo del refugio, estaba ahí cuando Ava fue entregada. Sintió un gran pesar por la pequeña, especialmente porque la peludita tenía un semblante realmente triste que no podía evitar.
Por eso, Pylant comenzó a dar todo de sí para intentar sanar el corazón maltrecho de Ava. Cada día, la mujer llenaba de mimos y besos a la peludita, confiando en que sus acciones tendrían buenos resultados para hacerla feliz.
“Estaba absolutamente aterrorizada y triste, comprensiblemente. Después de pasar tiempo con ella, nos hicimos amigas”, narró Pylant.
La felicidad volvió a llegar a la vida de Ava más rápido de lo que todos en el refugio imaginaban, después de que una visitante llegara al centro de animales y quedara enamorada de la hermosa personalidad de la perrita.
De pronto el destino de Ava cambió para bien
La mujer visitante quedó fascinada con la energía y dulzura de Ava. Era el ser ideal para sumarse a todo hogar, pues es amistosa tanto con las personas como con los otros perros; pero, sobre todo, la mujer quedó impactada con la historia detrás de esos profundos ojos que tenían un halo de misterio en la peluda.
Por eso, la mujer decidió brindarle un hogar a esa desafortunada perrita que había tenido la mala suerte de acabar con la familia equivocada. Ella podría llenarla de amor incondicional y nunca más su amistad sería mal correspondida.
Ava tampoco dudó que la mujer era su persona ideal
Con mucho amor y entusiasmo, la mujer llenó los documentos necesarios para oficializar la adopción de Ava. La pequeña no se separó de ella ni un solo instante, a partir de su primer encuentro.
Por primera vez, Ava podía encontrarse detrás del mostrador de adopciones del refugio y no pudo contener su alegría. Todos en el establecimiento celebraron con ella la buena noticia, después de todo solo querían verla feliz.
Una vez más, Pylant se encontraba al lado de Ava, pero esta vez la alegría reinaba en el lugar. No había ni un solo atisbo de tristeza o nostalgia en el semblante de la perrita. Sabía que estaba a salvo y que muy pronto estaría en su nuevo hogar.
Antes de partir, como todo animalito de corazón puro, Ava se despidió de la forma más tierna de su fiel cuidadora. Estrecho su patita contra Pylant para que ella pudiera acariciarla por última vez, ese fue su agradecimiento a tanta amistad.
“Fue muy dulce de su parte ofrecerme su pata cuando la adoptaron”, afirma Pylant.
Por fin tendrá una vida feliz
La vida de Ava tuvo un tropiezo injusto, pero ahora todo ha quedado atrás y esa amarga experiencia fue el vínculo que ahora hace posible que sea inmensamente feliz, acompañada de una mamá humana que cuida verdaderamente de ella.
¡Enhorabuena por Ava! Como ella, aguardan cientos de perritos especiales en los refugios. Nunca dudes en ayudar a un animal en aprietos, pues su amor inconmensurable será tu mayor recompensa.