Una desvalida perrita sin hogar vivía en tan severas condiciones que estaba más que desesperada. Estaba cubierta de horribles heridas causadas por una grave enfermedad en su piel. Por eso decidió esconderse en los lugares más oscuros, lejos del sol y de la gente. El dolor era intenso, pero más fuerte era la vergüenza que sentía por sí misma.
No podía salir al Sol
Además de sufrir sarna, la perrita estaba demacrada. Tenía que salir a las peligrosas calles a buscar un poco de comida con la cual alimentarse, pero eso era una labor cada vez más difícil porque el sol quemaba su piel y mantenerse en la oscuridad era su única forma de aliviar el dolor.
Cuando los rescatistas finalmente llegaron a ayudarla, ella estaba petrificada. No sabía quiénes eran ni cuáles podrían ser sus intenciones. Se escapó de inmediato y no dejó de correr. Nadie podía acercarse lo suficiente como para atraparla.
Finalmente, los rescatistas de la organización sin fines de lucro Animal Aid pudieron arrinconarla y llevarla a su santuario. La llamaron Lottie y comenzaron a tratarla médicamente de inmediato.
Fue entonces que el equipo médico del lugar se dio cuenta de que Lottie estaba increíblemente cerca de la muerte. Su piel estaba tan mal que había dado lugar a una gran infección. Era solo cuestión de tiempo para que la enfermedad la derrumbara y perdiera la vida.
Tuvo el peor pasado
La piel de Lottie estaba excesivamente áspera. ¡No es de extrañar que el sol lastimara su cuerpo! Se estaba descamando, devastada por la infección. Debe haber sentido tanto dolor. ¡Pobre bebé!
“No puedo evitar llorar, esa pobre criatura jamás debió sufrir tanto. Espero que quien le haya hecho tanto mal lo pagué”, escribió un internauta.
Pese a todo pronóstico, Lottie comenzó su tratamiento de sarna, el cual consistió en cremas tópicas y antibióticos por vía intravenosa. También le suministraron medicamentos para el dolor y recibió baños medicinales diarios.
Casi como un milagro, Lottie progresó mucho en poco tiempo. La nueva dieta que tenía también jugó a su favor y, tres semanas después, todo cambió para bien. Toda la personalidad de la peludita cambió. Incluso su pelaje volvió a crecer ¡La perrita que se escondió del sol y las personas comenzaba a sonreír!
¡Los baños calmaron su piel y se sintió genial!
Pronto su amor se esparció por todo el refugio. Entendió que las personas que la cuidaban estaban de su lado, velando por su bienestar. Nunca más sería invisible y la vida de dolor quedaría atrás.
Los perros sin hogar, como Lottie, son especiales. ¡Todos y cada uno de ellos! Puede que no se den cuenta, pero sus vidas importan tanto como la de cualquier otro ser vivo. Es tan esperanzador que Lottie esté segura y amada. Ya no pasará hambre ni tendrá que buscar refugio en la oscuridad.
¡Comparte esta dramática historia con todos tus amigos y no olvides hacer todo lo posible para alzar la voz por todos los animales sin hogar!