Sin lugar a duda, los animales son seres muy especiales, con un sentido de lealtad y agradecimiento que va más allá de cualquier mala experiencia que les haya tocado vivir.
Durante semanas el llanto y los ladridos de esta pequeña bulldog se convirtieron en los gritos desesperados para alguien la ayudara mientras estaba encerrada en el sótano de una casa deshabitada en Cincinnati, Ohio.
Afortunadamente, un par de buenos samaritanos residentes del área escucharon ese ruido que solo denotaba angustia, y sin pensarlo decidieron investigar de qué se trataba.
Sus corazones se rompieron en mil pedazos después que entraron a la casa tras la localizar al dueño de la propiedad, quien les permitió acceder al sótano a cambio de llenar el plato de agua del perro que tenía atrapado en el interior.
¿Qué clase de persona es capaz de hacer esto?
El ruido que escuchaban desde el exterior era la pobre perrita que estaba clamando por ayuda.
Encogida en el frío suelo estaba Gracie, una bulldog de 2 años, desesperada por afecto. Gracie rápidamente corrió a hacia sus rescatadores acurrucándose con ellos y llenándolos de besos y más besos.
Los rescatistas escribieron en su cuenta de Facebook que habían encontrado a una pequeña y dulce perrita que necesitaba mucho amor, atenciones y cuidados. También advirtieron en el mensaje para que alguna organización viniera por ella.
«Sus patas estaban cubiertas de heces y su voz estaba totalmente ronca de tanto ladrar. Ella está absolutamente desesperada por atención y comida. Es muy dulce. Por favor alguien puede rescatar a esta perrita”.
Cuando el personal de Queen City Bulldog Rescue (QCBR) vio la información, inmediatamente fue a la casa deshabitada para ayudar al desesperado animal.
Chelsea Muenzer, fundadora de QCBR, dijo que tal vez Gracie había sido utilizada para la cría y ya no era rentable para su dueño, quien estuvo de acuerdo en dejarla ir porque ya no estaba embarazada por 200 dólares.
A pesar de su mala experiencia, Gracie demostró amor a todos los que conocía, especialmente a quienes la rescataron de ese oscuro sótano.
«¡Ella anhelaba el toque humano! En el momento en que nos pusimos en contacto con ella, de inmediato confió en nosotros y supo que estaba a salvo».
Cuando Gracie salió de la casa donde se encontraba fue la primera vez que sintió una brisa y pudo respirar aire fresco posiblemente años.
Esta perrita agradecida por su libertad parecía que estaba decidida a disfrutar al máximo cada momento maravilloso.
Corrió y rodó sobre la hierba con una indescriptible sonrisa en su rostro. Su mirada de agradecimiento y felicidad significó todo para todos quienes ayudaron a liberarla.
Gracie recibió tratamiento para infecciones de la piel y una cirugía de esterilización.
Su familia adoptiva se enamoró de esta adorable, tierna y dulce bulldog. Gracie encontró un hogar lleno de amor para ella.
Lejos de la oscuridad del sótano aprendió lo que significa ser una mascota amada.
Desde el día en que fue rescatada, Gracie demostró su inmenso y noble corazón lleno de mucho amor para dar y ávida de recibir cuidados y mimos. Comparte esta maravillosa historia que, por fortuna tuvo un final feliz.