Una perrita que tuvo la más difícil vida en las calles, abrazó a los héroes que la rescataron y cuidaron. Era su forma de decirles: ¡GRACIAS!
Natalie Olivieri había rescatado suficientes perros en su vida como para saber que Harper había sido maltratada horriblemente, y que estaba absolutamente traumatizada.
Y aunque lo que había experimentado en su vida era bastante duro, nada se comparaba con este caso.
En Orlando, Florida, existe un sector llamado Redlands, básicamente es el lugar en donde terminan la mayoría de los perros abandonados por sus familias.
«El lugar es prácticamente un vertedero de perros», dijo Natalie, vicepresidenta de Furever Bully Love Rescue, una organización que decidió intervenir ante el drama de la sobrepoblación de perritos en condiciones lamentables en ese lugar.
Por otra parte, Redland Rock Pit Abandoned Dog Project también empezó a visitar Redlands todos los días, así que decidieron unir sus fuerzas para cambiar el destino de cuantos animalitos pudieran.
Consiguieron cerca de 160 kilos de croquetas para alimentar a aproximadamente 100 perros, según reveló Jessie Pena, vicepresidenta del grupo.
“Nunca olvidaré el momento en que pusimos la comida y una gran cantidad de perritos comenzaron a aparecer de todas partes”, reveló Natalie.
«Tristemente, hay más perros de los que quisiéramos ayudar», dijo Jessie.
Y entre ellos estaba Harper, una perrita mezcla de sabueso de 1 año
«Tan pronto como Harper se acercó a nosotros y nos conocimos, ella cayó completamente al suelo por el pánico que tenía a las personas».
«Definitivamente, fue abusada y descuidada. No había forma de que la dejáramos allí», señala Natalie que recuerda con gran conmoción esos momentos.
Pero eso no era todo, notó que Harper tenía profundas cicatrices en la cabeza y la espalda.
Lograron ponerle un collar pero aun así se negaba a moverse, como pudieron la llevaron al auto donde la llevarían a un chequeo veterinario.
Anemia, infestación de gusanos e infecciones eran parte de sus afecciones, pero la peor de todas, el daño psicológico que le impedía sentir confianza en las personas.
Pero pronto, todo cambiaría…
Natalie cuenta que durante unos tres días, ella nunca se puso de pie. Y cuando la presidenta de la organización, Jennifer Adorno, cargó a Harper, la perrita se aferró de tal manera como si su vida dependiera de ello.
La perrita no podía dejar de abrazar a sus rescatistas en forma de agradecimiento
«Nunca había tenido un perro que me abrazara tanto», recuerda Jennifer.
Su viaje de recuperación psicológica y de todas sus afecciones sería largo de recorrer, pero nada que con amor no se pudiera lograr.
Harper se encuentra ahora en un hogar temporal a cargo de Cheryl Kessler. Ella muestra avances poco a poco, ahora sale de su cama y recorre el patio algunos minutos, incluso se la ve hacer dulcemente la croqueta.
Sabemos que con mucha paciencia Harper logrará recuperar la confianza y en menos de lo que esperamos conseguirá un hogar definitivo donde pueda conocer el lado bueno de las personas.
Si quieres ayudar a Harper u otro de los animales que esperan un hogar puedes hacer clic aquí o aquí.
Es una increíble historia de amor. Verdaderamente, quienes aman a los animales y ayudan a estos perros callejeros todos los días sin esperar nada a cambio, merecen todo el reconocimiento. El mundo necesita más personas así.