Una perrita asustada por el trauma de su vida pasada se despertó en medio de la noche, y se acercó a su salvadora solo para decirle: ¡GRACIAS!
Kimberley Slown es una mujer que acoge a perritos a través de su organización de rescate Arrow Dog Rescue. Y desde Gibson County Animal Shelter (Refugio de Animales del Condado de Gibson) en Trenton, Tennessee, recogió a una dulce perrita llamada Niya.
Niya era una perrita asustada todo el tiempo, claramente alguien le había hecho daño
Niya tenía un pequeño espacio sobre uno de sus ojos, y una cicatriz profunda en su naricita, lo que le hizo pensar a Kimberly que atentaron contra ella con alguna herramienta.
Lo más seguro es que hubieran usado una lata como bozal. ¡Cuánta maldad!
Cuando Kimberly llegó al refugio para llevarse a Niya a casa, la pobre estaba realmente aterrorizada e inmóvil.
Era una perrita tan asustada que su colita siempre estaba entre sus patas
Al llegar a su nuevo hogar, Niya se quedó firme en una esquina y durmió toda la noche y todo el día. Y de nuevo casi toda la noche siguiente…
Pero esa segunda noche ocurrió algo extraordinario que dejó a Kimberly entre lágrimas.
Niya fue abandonada por su antiguo dueño, también llevaba consigo muchas heridas en el rostro, pero los daños emocionales parecían aún peores.
Un movimiento despertó a Kimberly. De pronto, sintió una respiración tibia sobre su mano. Se quedó helada al descubrir que era Niya.
“Me respiró en la mano, desperté e inmediatamente le puse atención, le hice cariño y le hablé. Me sonrió y se dejó hacer. Unas horas más tarde volvió a hacerlo. Fue abrumador. Rompí a llorar”, dijo Kimberly.
La perrita se acercó sigilosamente a la cama de Kimberley y puso su cabeza cerca de su mano. Era su manera de decir «Gracias»
Después de muchos días de desvelos y cuidados en su su recuperación, Niya todavía siguió dando la batalla contra algunas infecciones internas. Y le dio a Kimberly y a su esposa Terri más de un par de momentos hermosos.
La pequeña fue llevada al veterinario, donde la desparasitaron totalmente
También tuvo la suerte de dormir acurrucada por primera vez en su camita calentita
Pero sin duda, el momento más emocionante fue cuando por fin dejó atrás no solo sus cicatrices en su carita y su naricita, sino sobre todo las heridas de su corazón.
Y Kimberly lloró de nuevo al verla agitar finalmente su cola, sabiéndose segura, con humanas que la amaban de verdad.
Lo que queda claro es que si apenas en sus primeros días en una casa donde la quieren tanto, Niya dio pasos tan agigantados, lo que le espera en un hogar amoroso para siempre será grandioso.
Kimberly ha dicho que cuando la pequeña esté totalmente recuperada emprenderá la búsqueda de su hogar perfecto.
Ellas no pueden quedársela porque deben proteger a sus perros más pequeños, y porque necesitan tener su tiempo entero para seguir recuperando otros perritos vulnerables.
En una publicación, Kimberly escribió:
«Ella todavía recuerda algunos de sus traumas: cualquier cosa como una escoba, un trapeador o cualquier cosa de mango largo hace que entre en pánico y se orine en el suelo si uno se levanta.
Ella no es fanática de las personas nuevas y es posible que tenga que verlas durante 6 meses o más, antes de permanecer en la habitación con ellas.
Se echa en la cama para que podamos dormir en cucharita. Ella se queda quieta para que le corten las uñas y entrará en su jaula de buena gana cada vez que le pidas.
Le encantan los juguetes. Puede que te robe los zapatos, pero solo para dormir, nunca los morderá. Necesitamos toda su ayuda para encontrarle su hogar», concluye Kimberly.
Puedes seguir su progreso en la página de Facebook de Dog Arrow Rescue, o si te interesa donar y ayudar a más perros como Niya puedes hacer clic aquí.
Historias como las de Niya nos conmueven por lo triste que empiezan, pero nos alegran enormemente por sus finales felices.
Es tan hermoso ver lo agradecidos que son los perritos, y cómo se desviven en muestras de afecto hacia sus héroes para decirles que se dan cuenta de que han sido salvados gracias a ellos.
Aunque sea muy poco lo que hagamos por sacarlos del abismo, ellos responderán con un amor sin límites. Esperamos que a esta pequeña no la vuelvan a lastimar nunca más.