Una tierna perrita ha atendido a los latidos de su corazón y ha terminado adoptando a una cabrita huérfana, a la que quiere como si fuera su verdadero cachorro. Aunque el asunto podría parecer extraño, la canina nos recuerda que, mientras el hombre se mueve desde la razón, ellos lo hacen desde sus instintos. Y en esta ocasión la maternidad se le convirtió en una fuerza difícil de controlar.
Su nombre es Shadow, una perrita que decidió ser la madre de un bebé que no es de su especie.
La pastor alemán de hermoso pelaje blanco se siente la mamita más afortunada, aunque su pequeña cría no haya salido precisamente de sus entrañas. Se trata de una cabrita huérfana de la que se enamoró desde el primer instante y que ahora está dispuesta a cuidar hasta el fin de sus días.
Como muestra de esa decisión, no quiere separase de su lado y la lame y consciente como haría cualquier perrita con sus indefensos cachorros. Para Shadow, en su caso pasa exactamente lo mismo.
Además, el pequeñín parece muy complacido por la mamita que le tocó.
Según reseñó la dueña de la perrita, Robin Krumm, el hijo de su mascota es específicamente una cabra pigmea. Shadow la conoció durante el nacimiento y de inmediato se despertó en ella la necesidad de cuidarlo.
Ver a esa criatura indefensa y que además tiene su mismo pelaje, aunque no su olor, hizo que la perrita se encariñara de inmediato y no quisiese dejarlo desamparado.
Es evidente que el pequeño afloró un profundo instinto materno en la canina.
Ya que la perrita no puede amamantarlo, Robin lo alimenta con un biberón y mientras, Shadow procura siempre estar a su lado.
Aunque desde pequeña la peluda se caracterizó por ser una chica amorosa, la dueña quedó bastante asombrada con las infinitas demostraciones de amor de la prematura madre: Shadow suele cobijarlo, lamerlo y besarlo.
Acciones que sin duda han maravillado al cabrito al que solo le gusta estar con ella.
Es cierto que la cabra y la perrita hacen un dúo un poco extraño, pero ha sido el amor lo que los ha unido y eso debería ser lo más importante en una familia. Ante esta realidad Robin decidió no interponerse y, mientras no surjan mayores problemas, la cabrita será una cabra doméstica. Por eso están en busca de un nombre apropiado para la pequeña hija de Shadow.
La perrita ejerce la maternidad con maestría.
Robin está maravillada pero no sale del asombro, pues es la primera vez que ve a su perrita en una actitud tan protectora hacia otro animalito.
Por lo general, Shadow se muestra protectora hacia los niños y demás miembros de su familia, pero ante la presencia de gatos u otros perros solía mostrarse a la defensiva. De hecho, la hermosa pastor alemán resulta difícil de controlar cuando la mascota de algún vecino entra a la propiedad.
Los pastores alemanes son perros bastante protectores y por eso no era de extrañar que Shadow fuese tan territorial, pero ahora todo cambió. Y un vídeo que se ha hecho viral en Internet nos demuestra la transformación de la canina.
«Por alguna razón, la cabra cree que Shadow es su mamá, y a Shadow le gusta la cabra», dice la dueña de la perrita.
Para Robin es evidente que la perrita se siente como su madre y probablemente el pequeño crío se adapte a la vida canina, aunque sea un espécimen muy extraño.
La mujer no sabe qué pasará a futuro cuando la cabra comience a crecer, pero mientras eso sucede se siente feliz de tener a esta curiosa familia en casa y está dispuesta a apoyar a su perrita en todo lo que necesite.
Si todos los humanos fuesen tan amorosos como Shadow, ¡seguro el mundo sería completamente diferente al de ahora!