Cuando los transeúntes pasaban junto a una pobre perrita adolorida y derrotada, colapsada en la acera, se conmovían. Pero ni siquiera ese sufrimiento era suficiente como para que hicieran algo por ella. Al ver que era de gran tamaño, sentían temor y se alejaban.
¿Quién podría pensar que una peludita así de vulnerable y sufriente podría hacer daño alguno?
Esta lamentable historia sucedió en la localidad de Karditsa, Grecia. Solamente cuando al fin un vecino reportó el triste caso a los voluntarios de Diasozo Animal Rescue, fue que Markella, como llamaron a la perrita, recuperaría la esperanza.
Ermioni Giannakou, la fundadora del refugio, junto con los otros rescatistas, Katerina y Fotini, corrieron a ver qué podían a hacer por la peludita, pero nada los pudo preparar para lo que vieron, y supieron después.
Muerta de dolor, pasó más de 12 horas esperando por ayuda, se había dado por vencida…
Al estar herida, simplemente cayó al suelo y cerró sus ojitos. Luego se dieron cuenta que su dolor no era solo por sus lesiones, sino porque le rompieron el corazón.
Los residentes contaron que Markella en realidad tenía una familia a la que siempre amó. Pero ellos vieron cómo desde un auto la arrojaron a la calle. Incluso fueron testigos de cómo deambuló, acercándose a cada vehículo como si quisiera buscar desesperadamente a sus dueños.
Su familia decidió tirarla como basura y ella estaba desolada
Y como si eso no fuera suficiente traumático para la pobrecita, acto seguido otro coche la atropelló en el acto, dejándola con una fractura dolorosa que no le permitía caminar.
Cuando Ermioni comenzó a acariciarla, la perrita estaba tan desfallecida que parecía estar sin vida.
Así que la tomó inmediatamente en sus brazos, a pesar de su gran tamaño, y la llevó a un veterinario de urgencia.
Tenía varias lesiones muy dolorosas, además de una grave fractura en su dedito. Les preocupaba que a pesar de que hicieran todo por salvarla, y se recuperara, ponerla en adopción sería una de las cosas más difíciles. Nadie quiere recibir a un perro grande y mayor.
«Podíamos ver cuánto sufría su corazón deprimido. Eso nos partió el corazón».
La fractura de Markella pronto mejoró y la llevaron a dar su primer paseo, pero aún algo más los conmovió por completo.
Ella hizo ademán de buscar a alguien, era como si todavía guardara la esperanza de encontrar a su familia, la misma que la despreció y la tiró a su suerte. ¡Es increíble cómo es el corazón de un perro! Capaz de amar, de perdonar, de olvidar…
Sucedió lo que tanto temieron, pasaron los días, las semanas y los meses, y no conseguían que nadie la adoptara, pero ellos jamás se rendirían.
Sus grandes esfuerzos dieron resultados y un ángel del Reino Unido apareció para llevarla a su hogar para siempre.
Hoy te podemos contar la hermosa noticia de que Markella lo tiene todo: una casa maravillosa, todo el espacio verde del mundo, unos dueños cariñosos, y hasta muchos hermanitos caninos con los que juega hasta el cansancio.
Es la consentida de su hogar… ¡Mira en este video cómo está ahora!:
Aunque todavía le cuesta superar el abandono de su familia anterior, sabe que en ese lugar será feliz para siempre.
Pocas personas reconocen en Markella, blanca como la nieve, a esa pobre perrita herida y abandonada.
Los héroes de Diasozo Animal Rescue son unos seres humanos grandiosos, rescatistas independientes con muy pocos recursos, pero entregados a rescatar animalitos hambrientos y maltratados. Por favor, considera hacer una donación aquí para que estos emocionantes finales sigan sucediendo.
No te vayas sin compartir la conmovedora historia de Markella. Ojalá que llegue a oídos de sus antiguos dueños y vean cómo su destino cambió tan radicalmente gracias a ángeles que sí supieron amarla de verdad.