Cada año, miles de soldados son asignados en peligrosas misiones lejos de casa. Allí puede pasar cualquier cosa, pero una de las menos pensadas es que vuelvan a casa con nada menos que un hermoso perrito. Tracy McKithern es una sargento que estuvo estacionada en Irak.
Tracy pasó dos meses en Irak como fotógrafa de combate.
Durante su estadía, Tracy quedó completamente enamorada de una dulce perrita que vivía en las calles. Mientras realizaba su trabajo, Tracy notó que había una perrita hambrienta merodeando por las calles.
La siguió durante un tiempo para ofrecerle ayuda y fue entonces cuando se dio cuenta de que la dulce madre estaba buscando alimentos para sus cachorros.
La perrita había tenido tres cachorritos.
Al día siguiente, Tracy regresó al lugar, pero se dio cuenta de que sólo una de las hijas de la perrita había logrado sobrevivir. Había rumores de que muchas personas por allí acostumbraban lanzar piedras a los perritos de la calle. Necesitaban ayuda cuanto antes.
“Erby era muy especial y gentil. Se veía que tenía mucha hambre pero lo que más necesitaba era amor”, dijo Tracy.
Fue así como la perrita y su hija comenzaron a vivir en el campo de los soldados donde se quedaba Tracy. De inmediato, hizo una conexión muy especial con la pequeña y la llamó Erby Kaisma.
Erby por ser la ciudad en la que se encontraban y Kaisma porque significa belleza y elegancia y árabe.
“Cuando la conocí era mínima pero llena de energía. No paraba de seguirnos a todos lados”, recuerda Tracy.
Se volvieron tan unidas que Tracy compartió algunas fotos con la peludita y comentó a sus familiares lo mucho que quería llevarla a casa. Al día siguiente, la familia de Tracy ya había contactado con varios rescatistas para comentar el caso de la linda Erby.
El traslado de Erby costaría cerca de 4.500 dólares.
El proceso de adopción y traslado no sería nada sencillo pero gracias a una campaña de GoFoundMe y a la ayuda de muchos que se conmovieron con su historia, lograron reunir los fondos necesarios. Tracy volvió a casa sin saber si volvería a ver a la hermosa perrita, pero una semana después recibió una llamada que cambió su vida.
Puppy Rescue Mission fue la organización que ayudó a hacer el traslado de Erby.
Se dirigió de inmediato al aeropuerto para esperarla. El reencuentro fue tan maravilloso que ha dejado muchos con lágrimas en los ojos. La madre de Erby sigue en Irak recibiendo cuidados de los soldados pero esperan que alguien más logre adoptarla y brindarle una vida segura.
No hay dudas de que Tracy y Erby estaban destinadas a estar juntas. Todos los perritos del mundo merecen una familia y un lugar seguro para vivir.