¿Te imaginas a la raza de perro más pequeña del mundo enfrentada a la que tiene la fama de ser la más grande? Cualquiera apostaría a que el perro más fuerte tendría todas las de ganar en una lucha tan desigual, pero Lilly y Vago demostraron hace algún tiempo que ambos tienen oportunidades, especialmente si se trata de divertirse.
La escena ocurrió en el centro histórico The Forks, ubicado en la localidad de Winnipeg, Canadá. La pequeña Lilly por aquel entonces era una cachorrita chihuahua de sólo 12 semanas de nacida, mientras que Vago era un perro adulto, pero juguetón, como ocurre con casi todos los perros Gran Danés.
Ambos tuvieron la oportunidad de encontrarse en este parque canadiense y en principio, cuando la pequeña Lilly se aproximó a Vago, muchos temieron por la seguridad de la cachorrita. Sin embargo, si hay algo que les sobra a estos chiquitines es la personalidad y el carácter y ella no se dejó amedrentar.
Una sola pata de Vago bastaba para hacer tambalear a la pequeña Lilly, que entre sus saltos y ladridos amenazadores, se convirtió en el centro de atención de los espectadores, despertando en muchos de ellos la risa y exclamaciones de admiración.
Vago incluso trató de tomarla entre su hocico, pero siempre los propietarios del Gran Danés estuvieron alerta a cualquier peligro, pues por muy valiente que se mostrara la chihuahua, no hay que menospreciar la fuerza de estos gigantes de cuatro patas.
Conforme se fue desarrollando este tierno encuentro, todos se dieron cuenta de que no había nada que temer y decidieron disfrutar con las travesuras de los dos perros, los cuales se convirtieron en los protagonistas de un video encantador que, a pesar de que tiene algunos años, es indiscutiblemente viral.
En YouTube, donde se compartió originalmente, el video cuenta con más de tres millones de vistas y en Facebook, la plataforma perfecta para los contenidos virales, su visibilidad no se ha quedado atrás.
Este par de perros sellaron su encuentro con una buena amistad, pues podemos ver cómo Lilly cae rendida entre las patas del grandulón de Vago, mientras él le huele con delicadeza la barriga. Fue un buen desenlace después de tantos gruñidos, volteretas y gestos de amenaza que dejaron a todo el mundo enternecido.
Sabemos que tu también quedaste encantado con la ternura de este par de amigos caninos, así que difunde sonrisas con esta noticia, compartiéndola en tus redes sociales o etiquetanto a tus amigos.