El sentido de protección de los animales es increíble, especialmente cuando se trata de una cría que está amenazada.
La rabia y la tristeza se adueñó de esta familia de monos cuando pensó que Pearce, el hijo más pequeño, había sido secuestrado por el personal de rescate de Umsizi Vervet Rescue Center, donde permaneció recluido durante 3 semanas para que recibiera la atención médica necesaria.
Cuando el grupo de rescate encontró a la familia de Pearce para devolverlo se percató de la enorme tristeza que tenían. Una vez que vieron que el pequeño estaba de regreso, la felicidad volvió a ellos. Su madre lo recibió con los brazos abiertos y muestras de amor, al igual que su padre y hermanos.
Realmente este equipo de rescate no quiso separar a este pequeño de su familia y muchos menos causar en ellos dolor y tristeza.
Sin embargo, cuando el centro recibió la llamada de un estudiante de Kingsway High School en Amanzimtoti, Sudáfrica, informando que un mono vervet estaba herido presuntamente por un alambre de púas, acudió inmediatamente al lugar para atender al chico. Atrapar a Pearce no fue una labor fácil.
Nigel Wright, personal del centro, narró que intentaron agarrarlo por horas. Trataron una y otra vez de tomarlo con la mano, pero su madre no lo permitió.
Decidieron dejar el rescate ese día y regresar el día siguiente en la mañana equipados con una jaula de metal usada para atrapar a monos heridos.
El personal de rescate colocó algo de comida dentro de la jaula y en 10 minutos Pearce ya estaba dentro. Esto desató la furia de su familia, quienes se comportaron de manera agresiva y amenazante. Mostraron sus dientes, abrieron sus ojos, se acercaron al personal y trataron de abrir la jaula.
En medio de su furia, probablemente pensaron que estaban tratando de lastimar a Pearce.
A pesar de que los monos vervet pueden causar mucho daño si llegan a morder, los rescatistas no perdieron tiempo en sedar al pequeño. Estos monos tienen enormes dientes caninos tan afilados que parecen cuchillas.
Tras la sedación de Pearce, fue envuelto en una manta tibia y lo llevaron a una clínica veterinaria donde recibió 10 puntos de sutura. Posteriormente, fue trasladado al Centro de Rescate Umsizi Vervet para su recuperación.
Durante su estancia en el refugio no dejó pasar oportunidad para actuar frente al personal. Era un pequeño mono molesto, abusador y descarado. Mostró su frustración y malestar arrojando las mantas al envase con agua.
Para tratar de relajarlo el personal decidió colocar dentro de la jaula una bebé de un año que también había sido herida. Pearce inmediatamente abrazó y protegió a su asustada y pequeña amiga… ¡Ambos se consolaron!
Tras cumplir 3 semanas de tratamiento llegó la hora de ir a casa y el equipo de rescate debía encontrar a su familia. Tarea un poco complicada porque los monos tienden a caminar muchos kilómetros diarios y la familia de Pearce no era la excepción.
Nigel comentó que cuando estaban a punto de rendirse en la búsqueda vieron un par de cuerpos grises en el campo de fútbol de la escuela.
Fuimos en coche a la escuela y tras cruzar el campo de fútbol nos recibieron 30 monos muy tristes. A medida que nos acercábamos, mostraron una conducta cada vez más amenazante hacia nosotros «.
Definitivamente, la familia de Pearce reconoció al equipo de rescate y Pearce también reconoció a su familia. Se mostró muy feliz. El pequeño mono llamó a su madre y daba vueltas en la jaula. De no ser por su familia, simplemente se hubiese quedado arrinconado.
Este maravilloso encuentro quedó grabado en un video que muestra imágenes realmente emotivas.
El personal colocó la jaula en el suelo y abrió la puerta. Inmediatamente, Pearce dio un salto afuera y tras una rápida mirada a los voluntarios, emprendió una carrera por la hierba y subió por la puerta hasta los brazos de su madre y hermanos.
Nigel dijo que un gran macho lo saludó, se presume que era su padre. Este mono se paró y se acercó a la madre de Pearce mientras lo sostenía. Ella extendió la mano y lo tocó, como queriendo transmitirle tranquilidad porque su hijo había regresado.
Durante los últimos 11 años, el Centro de Rescate Umsizi Vervet, ha recibido, atendido y rehabilitado cientos de monos vervet.
Muchos han sido atropellados por autos, envenenados o lesionados. Si puedes colaborar con la maravillosa labor de este centro de rescate con algún donativo, puedes hacer clic aquí.
En el video se observa la reacción de estos animales al reencontrarse con el pequeño de la familia. Las expresiones de amor y alegría son un ejemplo para el mundo de los humanos.
Es una historia llena de ternura, realmente es una experiencia única ver la reacción de estos geniales monos que conocen el verdadero significado de familia. ¡No dejes de compartirla!