Algunas vez te has preguntado ¿cómo sería el mundo si actuáramos de corazón y dejáramos de lado la soberbia que en ocasiones nos invade? Sobre todo, si fuéramos seres más sensibles, capaces de reconocer el dolor de los animalitos más vulnerables y dispuestos hacer algo para cambiarles la vida.
Seguramente el mundo fuera otro. Pero lamentablemente, la realidad nos golpea de frente para demostrarnos que aún nos queda mucho por aprender.
Esta es la historia de una indefensa gatita abandonada y solitaria en una caja de cartón a un costado de la calle. Miles de personas pasaban a su alrededor ignorando que había una pequeña peludita de apenas unos días de nacida suplicando ayuda.
Se trata de una adorable gatita esmoquin, blanco y negro.
Por suerte, Valia Orfanidou, quien es una rescatista y amante de animales notó la caja misteriosa que le resultó imposible ignorar.
La pequeña gatita solo tenía unos días de nacida.
Orfanidou notó a la gatita que buscaba refugio dentro de la casa, resaltó que simplemente estaba en el lugar correcto en el momento correcto.
Desde entonces, supo que debía brindarle la atención que necesitaba, de lo contrario tendría un trágico final.
Su nuevo hogar es una enorme granja.
Dispuesta a darle lo mejor a la pequeña felina, Orfanidou la llevó a casa y la revisó con mayor calma.
Afortunadamente, no tenía mayores lesiones, solo estaba un poco sucia y deshidratada. Quién sabe cuándo sería la última vez que probó algo de comida.
Ahora tiene muchos amigos, todos cuidan de ella.
Aún estaba muy pequeña para alimentarse sola, por lo que su rescatista la alimentó los primeros días con biberón, poco a poco fue creciendo y tomando fuerza. Orfanidou comenta:
Cuidé a la gatita durante tres meses, la vi transformarse de una pequeña cosa indefensa a una gata activa, fuerte y juguetona”.
La traviesa gatita a su corta edad había superado muchos obstáculos, merecía un hogar amoroso que le brindara toda la atención que necesitaba.
Después de unos meses, la gatita encontró su nuevo hogar en Alemania, ahora solo disfruta de su nueva madre, en su nuevo hogar y con sus nuevos hermanos. Le encanta correr por toda la granja y jugar con los otros animales.
Dormir es una de las cosas que más le gusta hacer.
También disfruta tomar el sol y hacer algunas siestas al lado de su persona favorita. Infinitas gracias a Orfanidou, por darle esta segunda oportunidad y transformar la vida de una indefensa gatita que creía que todo estaba perdido.
Todos los peluditos merecen disfrutar de un verdadero hogar. Anímate a cambiarle la vida algún animal abandonado y motiva a tus amigos compartiendo esta emotiva historia.