Hace varios años, una tejedora puso a la orden su talento para ayudar a los perros sin hogar que necesitaban un poco de calor extra para pasar los fríos inviernos en Gran Bretaña.
Jan Brown, también conocido como «Knitty Jan», ha pasado innumerables horas tejiendo ropa de abrigo para rescatar galgos. Estamos hablando de más de 4000 horas… ¡y contando!
Delgados y de poco pelo, los galgos de verdad pueden pasar mucho frío durante el invierno
Jan teje gorros y suéteres de lana para ayudar a estos perros a mantenerse calientes en los refugios de mascotas de todo el Reino Unido.
Los galgos tienen un pelaje muy delgado, por lo que realmente sienten el frío durante el invierno, por lo que los regalos de Jen ayudan a mantenerlos abrigaditos durante sus caminatas.
Aunque los perros no están acostumbrados a usar sombreros, los de punto mantienen sus orejas calientes y se acostumbran a ellos sin problemas.
Jan comenzó a tejer los abrigos en 2008 para recaudar dinero y crear conciencia sobre los rescates de Greyhound, como el refugio Greyhound Rescue Northeast en Tyne & Wear.
Lo más complicado es que los perros usen los gorros, pero con un poco de empeño, se acostumbran
Los tejidos se hicieron tan populares que ella se decidió a lanzar un sitio web al que llamó: Knitted With Love. Creó el portal en el año 2015 para vender tejidos a los dueños de perros en todo el mundo.
Actualmente, todavía hace suéteres de punto para organizaciones benéficas para perros, pero ya no acepta pedidos particulares. La gran mayoría de sus esfuerzos se concentran en la confección de abrigos destinados a galgos necesitados.
Su encomiable labor ha traspasado incluso las fronteras del Reino Unido, llegando a ser usadas en China. Jen compartió fotos de galgos en la nación asiática, beneficiándose de sus confecciones.
Jen asegura que no existe nada que la haga más feliz que usar sus talentos para la confección de esta ropita de lana tejida para perritos rescatados.
Los diseños de Jen mantienen tibias las orejas de estos perritos
Ella sabe que no existe nadie en el mundo capaz de valorar mejor sus esfuerzos que estos nobles animalitos.
En invierno, los modelos de Jen son casi el único regalo que ellos pueden recibir y para ella, saber que todos están bien abrigados, es una recompensa valiosísima, que no la puede comprar el dinero.
También confecciona trajes especiales, para cuando los animales deben dar una caminata
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