Por más responsable que sea una persona, en ocasiones las mascotas son como verdaderos niños así que hay que estar muy pendiente de ellos para evitar que se metan en problemas y pongan su vida en peligro. Esta lección ha quedado más que aprendida por la familia de Max, un jack russel algo travieso que por perseguir a un conejo estuvo a punto de morir asfixiado.
Este can vive en Lavant, Chichester, Reino Unido.
Hace unas semanas los bomberos de esta localidad británica acudieron a un llamado peculiar. Era la dueña de Max informando que su peludo había desaparecido tras quedar atrapado en una madriguera construida por conejos.
El perro los había perseguido sin saber que se dirigía a una verdadera trampa.
Al parecer la dueña intentó sacar a Max pero este terminó por hundirse aún más, quedando atrapado en un hoyo entre un montículo de tierra.
El mayor temor que existía era que el can se asfixiara, así que la Unidad de Rescate Técnico (TRU) del Servicio de Rescate y Bomberos de West Sussex llegó de inmediato.
Esta brigada fue la responsable de un rescate para nada sencillo.
Los profesionales se vieron obligados a utilizar equipos de reconocimiento de sonido e imágenes digitales para dar con el paradero de Max en ese sistema de túneles que habían construido los conejos.
“Apenas conseguimos hacerle un agujero al túnel, Max sacó su cabeza y logró salir. Con un poco de ayuda de su dueña, el perrito logró la energía suficiente para escapar. A su lado salió un pequeño zorrito», comentó Charlie Eastwell, comandante de la tripulación de TRU.
Aunque el incidente pueda sonar sencillo, este rescate tomó casi 12 horas y durante todo este tiempo el valiente Max estuvo luchando bajo tierra para continuar con vida.
Pero el animalito no estaba sólo, resulta que cuando el can fue liberado también se logró rescatar a un zorrito bebé que había quedado atrapado.
Parece que Max no había sido el único en caer en la trampa de los astutos conejos.
El zorro salió corriendo y se internó entre los arbusto apenas fue rescatado, mientras que Max corrió a los brazos de su dueña. Por fortuna el can no sufrió ningún tipo de lesión pero sí se encontraba sediento y asustado tras las 12 horas atrapado en la madriguera.
“Todo estuvimos felices de ver a Max junto a su dueña nuevamente. Tenemos la seguridad de que tanto él como el zorrito aprendieron su lección y se mantendrán alejados de los túneles de conejos.” Dijo Charlie.
El equipo se retiró del lugar casi a las 3 de la mañana, después del increíble trabajo de rescate que habían hecho. Aunque para algunos pueda parecer tonto llamar a los bomberos por este tipo de situaciones, la mujer hizo lo correcto y así lo señaló Charlie.
“No sólo no queremos que las personas se pongan en riesgo al intentar rescatar a sus mascotas, sino que contamos con equipos, como dispositivos de escucha y cámaras, que nos permiten localizar al animal con una mínima interrupción y destrucción de la red de túneles”, comentó.
Si tú o tu mascota se encuentran en riesgo no dudes en llamar a las personas capacitadas para cualquier rescate, comparte el caso de Max y envíale tus bendiciones a este peludo travieso.