Todos sabemos que en la naturaleza la convivencia animal es una cuestión de supervivencia, más aún cuando hablamos de la vida salvaje. Sin embargo, cuando estás de vacaciones no quisieras ser testigo de este tipo de episodios en tu propia habitación.
Así les ha sucedido a una pareja durante su viaje a Tasmania, Australia.
Justine Latton y su esposo Adán se alojaban en una casa de campo cuando fueron testigos de una escena horrorosa: una araña cazadora atrapó y comenzó a devorar a una zarigüeya pigmea.
El gran arácnido se mantuvo sujeto a la puerta de una habitación mientras luchaba por aglutinar con rapidez a su presa también de gran tamaño, en proporción a su condición de araña.
La escena puede resultar realmente repugnante, aunque entendemos sea un asunto de naturaleza.
Las polémicas imágenes fueron compartidas por Justine Latton a través de su cuenta en Facebook, y decidió dejar un comentario.
«¡Una araña que se alimenta en oposiciones! Tomado por mi esposo en un albergue de Mt Field», escribió la Sra. Latton.
Después de aparecer en la mencionada red social, las imágenes se hicieron rápidamente virales. El extraño hecho parece haber despertado la curiosidad de mucho, diferentes usuarios decidieron exhibirlas en sus perfiles.
Araña Huntsman
Esta escena es bastante inusual. Aunque las arañas Huntsman suelen atrapar animales como lagartos o ranas de un tamaño similar a la zarigüeya de la fotografía, lo cierto es que los mamíferos no están incluidos en la dieta de estos arácnidos.
«Las zarigüeyas pigmeas son bastante comunes allá arriba (Mount Field), creemos que la araña probablemente sólo vio una oportunidad y la aprovechó. Fue una de las arañas cazadoras más grandes que había visto. Y el pigmeo de Tasmania creo que las poses son las más pequeñas de las pigmeas”, dijo Justine Latton.
Zarigüeya Pigmea
Incluso, para algunos especialistas la escena ha sido calificada como algo bastante raro.
“Es la primera vez que veo una zarigüeya pigmea como presa. Es raro», dijo Graham Milledge, gerente de la colección de aracnología del Museo de Australia.
El asunto resultó bastante curioso para muchos pero la verdad estos huéspedes se llevaron la sorpresa más repugnante de su vida, al menos la señora Justine. Adam, por su parte no dejó que la repugnancia le permitiera capturar el momento. Un empleado ayudó a la pareja a deshacerse de los animales y fueron liberados sin recibir ningún daño, a excepción de la zarigüeya para quien obviamente la libertad llegó un poco tarde.
En ocasiones la naturaleza nos regala este tipo de escenas. Comparte con tus amigos esta excéntrica y curiosa imagen.