Los grandes incendios forestales de Australia han devastado a millones de hogares de animales que han quedado a la merced de la suerte.
Pero afortunadamente son muchas las personas que, gracias al amor, se han convertido en el refugio de estos animales que lo han perdido todo, e incluso están gravemente heridos.
Julie Willis y Gary Wilson son habitantes de una de las ciudades australianas devastadas por los incendios forestales y ahora están cuidando en su hogar a 60 canguros bebés.
Esta pareja acogió a estos bebés canguros para brindarles atención y cuidados, pero especialmente para darles el amor que necesitan para salir adelante.
Julie y Gary tomaron algunas sábanas e hicieron bolsas para cada uno de estos bebés para que se sintieran más seguros.
Con su amor y cuidado la pareja busca ayudar a estos pequeños animales a recobrar la confianza y superar esta terrible experiencia que les ha tocado vivir.
Después de los devastadores incendios que arrasaron las pequeñas comunidades de Wytaliba y Torrington muchos animales perdieron a sus madres.
Ellos han dirigido un santuario de canguros durante décadas, pero ahora están abrumados porque han sido inundados por marsupiales heridos y desorientados.
La pareja estima que el 80% de los animales en el área han perdido la vida, y muchos de los que han sobrevivido están gravemente heridos. Realmente la situación es desgarradora.
“La población de vida silvestre que alguna vez fue prolífica ahora prácticamente no existe”, dijo Gary.
La pareja abrió las puertas de su casa en Wytaliba, Nueva Gales del Sur, donde disfrutan mucho acunar a estos bebés.
Gracias a Julie y a Gary, estos pequeños animales reciben amor, cuidados, mimos y alimentación adecuada para sobre llevar la vida tras estos devastadores incendios.
Muchos de los animales jóvenes que están bajo el cuidado de esta pareja se han quedado huérfanos tras los incendios, que según los científicos se han visto exacerbados por el cambio climático.
Algunos han quedado huérfanos porque sus madres fueron sacrificadas después del incendio, uno de ellos perdió a su progenitora tras ser atropellada por un automóvil mientras intentaba encontrar comida en la tierra devastada.
Julie y Gary hicieron bolsas improvisadas para tratar de replicar a la madre de estos bebés canguros mientras intentan darles seguridad y confianza a estos pequeños que apenas comienzan a vivir.
A parte de cuidar a los animales en su casa, Gary sale dos veces al día para dejar agua y comida para los que han sobrevivido.
Esta pareja amante de los animales no ha tenido vacaciones durante 23 años que han dedicado al cuidado de la vida silvestre lesionada, y nunca han vivido una experiencia tan devastadora como esta.
Actualmente están a cargo de 60 canguros después de que los incendios afectaran las comunidades de Wytaliba y Torrington, dejando dos muertos y decenas de casas destruidas.
Wytaliba fue construido en un antiguo rancho ganadero a finales de la década de 1970 y era un lugar para personas que buscan paz y soledad.
Esta comunidad abre sus puertas para mostrar al mundo los inmensos desafíos que ahora enfrentan con la esperanza de ser la misma ciudad, y que los animales vuelvan a encontrar su hogar en ella.
Comparte esta historia que, aunque está empañada por estos terribles incendios, muestra el lado más noble y solidario de la gente que ama la vida de los animales.