Cuando Gianna Llewellyn y su novio Rob se mudaron a su nuevo apartamento, no tenían idea de que se conseguirían a dos vecinos muy peculiares. Una adorable pareja de gatitos los observaba desde la ventana y parecían sentirse muy curiosos sobre la llegada de los nuevos humanos.
Rob notó que lucían un poco hambrientos, así que les sirvió unas sobras de salmón que tenían del día anterior. Fue el comienzo de una maravillosa amistad. Los gatitos continuaron visitándolos todos los días y Gianna decidió que era hora de nombrarlos.
La gatita de color negro comenzó a llamarse Suki y su inseparable gatito naranja recibió el nombre de Miso. Con el paso de los días, Gianna y Rob notaron que los gatitos eran muy cariñosos. Todo parecía indicar que eran una pareja y Suki comenzaba a lucir un poco más gordita.
Decidieron que lo mejor sería llevarlos al veterinario para averiguar si estaba embarazada. Llevarlos a un médico no fue tarea sencilla. Gianna los ubicó a cada uno en contendores diferentes.
Miso no soportaba estar lejos de la gatita negra, así que maulló y se las ingenió para romper su cajita de cartón para poder seguir a su lado. Finalmente, el veterinario los atendió y confirmaron que Suki estaba a tan sólo unos días de dar a luz hermosos gatitos.
Gianna y Rob investigaron todo sobre la delicada situación y se prepararon para apoyar a la linda pareja de gatitos. Un día, despertaron y encontraron a Suki sobre una toalla con cuatro gatitos bebés. Parecía que todo había terminado pero pocos minutos después continuó su labor de parto.
Finalmente dio a luz a 7 gatitos. Miso se comportó como un padre ejemplar y se mantuvo siempre a su lado para asegurarse de que todo marchara en orden. Gianna y Rob no podían más que conmoverse al ver la maravillosa relación de esta pareja de peluditos.
Durante los primeros días, pensaron que todos los gatitos bebés eran de color negro como su mamá. Sin embargo, con el paso del tiempo comenzaron a mostrar otros tonos en su pelaje. Sólo uno de ellos es completamente negro, otros tres son de color gris y naranja y los otros tres de pelaje carey.
Rob buscó ayuda con un grupo de rescatistas y se aseguraron de que los bebés consiguieran un hogar lleno de amor. En cuanto a Suki y Miso ya habían conseguido a sus humanos: Gianna y Rob los adoptaron oficialmente.
Lo que comenzó como una simple visita de gatitos vecinos hará que la linda pareja de peluditos no tenga que separarse nunca más. ¡Comparte!