Hay rescates que pueden ser muy sencillos y gratificantes, mientras que otros se convierten en un verdadero desafío para los voluntarios. Tal fue el caso de un perrito que necesitaba de toda la ayuda posible.
Hope For Paws recibió una llamada sobre un perro aterrorizado y lesionado que necesitaba ser atendido por expertos a la mayor brevedad posible.
El dolor y el miedo obligaban a Masik a actuar de un modo feroz
Un buen hombre, llamado Mike Badger, sabía de la existencia de la mascota. Él había estado alimentando al perro sin hogar todos los días. Cuando supo de la existencia de Hope For Paws, sabía que eran las personas adecuadas para hacerse cargo del problema.
Badger llevó a los voluntarios de Hope For Paws al escondite habitual del perro, pero por desgracia, cuando llegaron él ya no estaba allí.
El rescate de Masik fue sumamente estresante. Requirió paciencia, ingenio y mucho amor
Estuvieron buscándolo por los alrededores, hasta que por fin lo vieron durmiendo recostado contra una pared de una zona industrial, que se abría a un estacionamiento y una calle concurrida.
En esas condiciones, lo peor que podía pasar era que el perrito entrara en pánico y, tratando de huir de sus rescatadores, se lanzara a la vía, donde podía sufrir fácilmente un percance. Los voluntarios tenían que ser cautelosos, además de actuar rápido.
Las sospechas de los voluntarios fueron ciertas. Apenas el perro los vio aproximarse, trató de escapar. Era evidente que el perro estaba completamente aterrado y no estaba dispuesto a permitir que lo capturaran tan fácilmente.
Por suerte, en lugar de huir hacia la calle, el perro entró a un estacionamiento. Allí los rescatistas pudieron acorralarlo y atraparlo con la ayuda de una trampa.
Su estado era verdaderamente lamentable
El cachorro gritó desesperadamente e intentó por todos los medios de escapar a la trampa. Era evidente que no tenía idea de que esas personas estaban allí para ayudar. Finalmente se calmó y aceptó algo de comida de los rescatistas.
Lo llamaron Masik y lo llevaron al veterinario, donde fue examinado de cerca. Su cuerpo estaba cubierto de pelo sucio, nudos y pulgas. Estaba tan enmarañado que tuvieron que usar anestesia profunda para afeitarlo por completo.
Sin embargo, esto no era lo peor del caso de Masik. Las radiografías también revelaron que tenía la pelvis aplastada. El Dr. Antonio Pedraza realizó una cirugía para corregir las lesiones y afortunadamente para el perrito, la intervención fue exitosa.
Masik ha dado grandes pasos hacia su recuperación definitiva. Aunque le ha costado un poco de esfuerzo, el perrito ha recobrado la fe en las personas.
Invirtieron horas en retirar todo el pelo de su cuerpo
Libre de dolor y recuperándose de su operación, tiene un humor más afable y está dispuesto a recibir mucho amor.
Justo ahora se encuentra en un hogar de acogida perteneciente a uno de los voluntarios de L.A. Animal Rescue. Están a la espera de que Masik esté en condiciones para dar la bienvenida a su nueva familia. ¡Sabemos que este pequeño luchador lo logrará, porque se lo merece!
Más tranquilo y feliz, Masik espera a su familia para siempre
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