El instinto de madre es un sentimiento que parece magia, simplemente existe y se siente, tal como le pasa a Truvy, una joven canina de dos años que sabe muy bien lo que es necesitar ayuda.
Truvy está muy agradecida por el apoyo que recibió cuando estaba sola y abandonada, y hoy ella lo regresa acogiendo con mucho amor a los gatitos huérfanos que llevó Kendal Benken, su madre humana a casa.
La gratitud por su familia que la quiere y la cuida es inmensa, y así lo demostró con su reacción dulce, tierna y solidaria al adoptar a estos los pequeños felinos como si se trataran se sus propios cachorros.
“Cuando llegué fue cómo si ella me dijera: “Déjame con ellos”. Truvy los atendió de inmediato, son sus bebés. Para alimentarlos tenía que sacarla de la habitación porque ella intentaba guiarme. Cuando la dejaba volver, entraba corriendo, los revisaba, olía y limpiaba”.
Durante el aislamiento del COVID-19 kendal vio una publicación online de tres gatitos que necesitaban ser alimentado con biberón las 24 horas del día.
Kendal ofreció su ayuda de inmediato y el refugio de rescates de animales de Jelly’s Place en San Pablo, California, la aprobó cómo hogar de acogida.
“Truvy se ha hecho cargo de ellos. Se toma muy en serio ese papel. Ella los protege, se para frente a ellos y empuja a los otros perros fuera del camino. Si otro perro mete la nariz mientras está limpiando a los gatitos, ella les dará una severa advertencia de que son suyos”.
La reacción de Truvy fue tan natural y cariñosa, que de verdad pareciera que ella misma hubiera parido a esos gatitos. Los observa a cada minuto, además de limpiarlos cada vez que puede.
Truvy cela a sus gatitos incluso de Kendal cuando va a alimentarlos, y para alejarlos de todos y mantenerlos bajo su protección comenzó a esconderlos.
“Los estaba sacando de la caja y poniéndolos detrás de la cómoda en mi habitación. Está obsesionada y no los deja en paz. Quiere seguir tratándolos como si fueran sus bebés».
Kendal cree que su perrita está devolviendo el favor que le hicieron desde que llegó a sus cinco semanas a un refugio en Texas, donde la conoció.
Kendal la crio y cuidó hasta que recuperó la salud después de contraer parvovirus y ser mordida en la nariz por una serpiente cabeza de cobre.
Truvy ama a todos los gatitos, pero tiene una relación extraordinaria con uno de ellos.
“Si los dejo, se acurrucarán todo el día».
A Kendal le preocupa la reacción de Truvy el día que los gatitos se vayan a sus nuevos hogares ya que los tres, Ed, Prissy y Louie, pronto serán adoptados.
«Truvy estará triste cuando se vayan, pero espero traer una nueva camada que podamos acoger».
Durante esta pandemia la solidaridad es muy importante para superar esta crisis, y sin lugar a duda, esta adorable familia asó lo ha demostrado. Comparte esta emotiva historia.