Un pequeño gatito crece con las atenciones de un protector, cariñoso y bastante peculiar papá

Todo comienza cuando este pequeño gatito de color jengibre fue adoptado por un pequeño perro que lo tomó bajo sus alas protectoras -o más bien, patas- desde el primer día que se conocieron.

Conoce los nombres de estas hermosas mascotitas, el pequeño gatito se llama Loki y el adorable pomerano lleva por nombre Okami. El pequeño Loki era hijo de una gata atigrada que convivía con ella antes de ser adoptado y luego conoció a su casa que sería la de siempre.

Loki era bastante tímido y se aferraba a su humano para sentirse cómodo y en compañía, pero cuando le presentaron a Okami, el perro de la familia, hubo un clic pues el dulce pomerano inmediatamente se llevó al gatito con él y se propuso a cuidarlo.

«Él no dejó de besarle y ayudarlo a limpiarse a sí mismo», dijo Hayley, la humana de estas tiernas mascotas. Okami lo observó mientras dormía y estaba allí cuando despertó.

Mientras el gatito seguía adaptándose en la cotidianidad y espacio de su nuevo hogar, Okami se quedó a su lado para ofrecerle compañía. Loki se calentaba rápidamente cuando su amigo canino le daba besos en la nariz.

El gatito se acurrucó con él y el resto es historia. Okami tiene su propia silla en la casa y lo comparte con su bebé felino.

Él cuida al pequeño Loki como si fuera suyo, los dos son completamente inseparables, hacen la siesta juntos, comen juntos y no van a ninguna parte sin que el otro esté presente.

Okami es muy protector de su gatito, una figura paterna muy amorosa y vigilante.

A medida que Loki crecía, su vínculo se fortaleció más y más. Cuando es tiempo de frío, se acurrucan bajo la manta de Okami y se escucha a Loki ronronear en voz alta de pura felicidad.

Loki ha crecido tanto desde el día que se conocieron. Ahora el felino es del mismo tamaño que su papá perro, y Okami está muy orgulloso de cómo ha crecido y madurado su pequeño chico de jengibre.

Lovemeow

Esta es otra demostración más de que el amor entre un gato y un perro no es imposible.

¡Comparte esta tierna historia con tus amigos, y no limites el amor familiar, que puede provenir de cualquier parte!

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