Cuando una mujer llamada Sarah Barbosa decidió cuidar los huevos que un obrero de construcción le entregó, nunca se imaginó que terminaría siendo la nueva mamá de una palomita.
Cuando la mujer recibió los huevos aún no sabía que uno de ellos se convertiría en una dulce palomita
Sarah Barbosa trabajó durante años en el área de rehabilitación para animales silvestres en el estado de Massachusetts. Después de un tiempo decidió que lo mejor sería retirarse y se mudo con su familia a Texas.
Sin embargo, todo cambió cuando leyó sobre un nido de pajaritos que había caído. Los huevitos estaban solos y sin la ayuda de su madre era muy poco probable que lograran sobrevivir, así que Sarah decidió salir de su retiro.
El accidente tuvo lugar mientras se estaban haciendo una serie de reparaciones en el techo de una casa. Uno de los obreros por error derribó el nido y se sintió terrible al respecto. Entre el dueño de la casa y el obrero buscaron ayuda y dieron con Sarah
Por suerte, Sarah tenía mucha experiencia en el asunto e incluso contaba con una incubadora en casa. Los huevitos eran muy pequeños y Sarah no estaba segura sobre qué tipo de aves serían.
«Me entregaron una cajita con dos huevos y yo me pregunté ‘¿Qué clase de huevos serán estos?’. Eran muy pequeños, más pequeño que mi pulgar», recordó Sarah.
Durante los siguientes días, Sarah cuidó a los huevitos. Por desgracia, uno de ellos no logró sobrevivir, pero el otro parecía estar completamente sano. Una vez que nació, la paloma identificó a Sarah como su mamá.
“Una amiga me dijo que se parecía a Kevin, el pájaro de Up. Así que decidimos llamarlo así. No sabemos si es hembra o macho pero definitivamente luce como Kevin”, dijo Sarah.
El propósito de Sarah siempre ha sido rehabilitar animales para que puedan regresar a la libertad. Sin embargo, esta pequeña paloma no parecía dispuesta a separarse de la familia Barbosa.
En la experiencia de Sarah como rehabilitadora de animales, cuando un ave es cuidada por un humano, ellas se improntan a quien les da comida y las ven como su mamá. Un ave así no podría desarrollarse bien en la naturaleza.
«Cada vez que entro en una habitación donde ella está, aletea y canta buscando mi atención», dijo Sarah.
Con el tiempo, la paloma logró recuperarse y bailaba de alegría cada vez que Sarah se acercaba a ella. Kevin no tardó en forjar nexos especiales con el resto de la familia.
«Kevin no se va a ir a ninguna parte. Nunca nos imaginamos tener a una paloma como mascota, pero nos encanta como está resultando», dijo Sarah
Luego de conquistar a Sarah, procedió a ganarse el corazón de su esposo y creo la tierna rutina de acompañarlo todos los días mientras él toma su café de la mañana.
Adora practicar sus técnicas de vuelo para volver al regazo del esposo de Sarah y hasta ha logrado robarse el corazón de los 3 perritos rescatados que viven en la casa.
“Los tres perros son recatados y ven a Kevin simplemente como otra mascota rescatada más. Siempre nos han ayudado con nuestros rescates”, dijo Sarah.
Ahora, cada vez que los peluditos se disponen a disfrutar del jardín, la graciosa paloma sale con ellos para volar un rato y jugar. Kevin no habría logrado sobrevivir de no ser por el enorme corazón y todos los cuidados que le brindó la familia Barbosa. A cambio, la palomita ha decidido quedarse con ellos de manera definitiva.
Hubiese sido muy fácil ignorar el nido cuando cayó, pero el dueño de la casa, el obrero y Sarah hicieron lo correcto y gracias a sus buenas acciones ahora Kevin es feliz con su familia.