La pobre osa que aparece en portada tuvo que esperar 30 años a ser rescatada. Fifi, un oso pardo Sirio, pasó sus primeros 10 años actuando en un zoo situado al lado de una carretera en Pennsylvania. El zoo finalmente cerró pero Fifi y sus otros tres compañeros osos se quedaron encerrados en sus diminutas jaulas.
Esta osa estaba recluida y atrapada en un zoológico ubicado en una carretera de Pennsylvania.
Este zoológico ha sido objeto de varias inspecciones por parte del Departamento de Agricultura de EE.UU (USDA) ya que PETA, la Organización por los Derechos de los Animales, ha realizado un trabajo minucioso en el seguimiento de la negligencia que ha tenido en cuanto al cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal.
Fifi es el nombre de la osa que conjuntamente con otros osos han estado atrapados en jaulas. ¡Qué hogar tan injusto para estos majestuosos animales! Una jaula fue la casa de ellos durante más de 30 años.
Durante todo ese tiempo no sabían que era correr en libertad o bañarse en una piscina.
¿Acaso estos animales cometieron algún crimen y estaban cumpliendo condena? Creo que la condena la deben pagar esas personas que fueron los responsables de colocar el candado y dejar las llaves en el olvido.
PETA cuando observó el estado de estos animales especialmente el de Fifi, la osa que visiblemente se notaba enferma y con gran dificultad de caminar, denunciaron nuevamente la situación tan desgarradora de la que fueron testigos.
Fifi estaba extremadamente delgada, tenía una gran desnutrición, su piel estaba flácida y le colgaba, no tenía músculos, sus ojos estaban hundidos y su mirada era extremadamente triste y perdida.
Fiti no se acercaba, no caminaba como los otros osos, que incluso eran de mayor edad. El personal que estaba ahí detectó que tenía artritis severa en sus patas traseras, que estaba muy avanzado por no haber recibido atención médica.
También observaron un comportamiento propio de los animales cuando presentan síntomas de estrés y todos estos osos lo manifestaban, se movían hacia adelante y hacia atrás de manera constante.
Y tal vez el peor daño que han recibido estos osos es que no los dejaron invernar; esto es esencial para la salud de los osos. ¿Quienes somos nosotros y hablo como ser humano, para tomar la decisión de prohibir algo que es natural que hagan los osos?
Invernar significa salud, descanso y recuperación para los osos. Durante años los mantuvieron despiertos de manera obligada, nunca les propiciaron un ambiente y un espacio acondicionado para poder hacerlo.
PETA logró la autorización del traslado a un refugio adecuado para ellos y con todo el cuidado fue realizado el cambio de ese lugar al refugio de animales salvajes en Colorado.
Durante los primeros meses la dieta para Fifi fue específicamente para poder darle los nutrientes que le hacían falta.
¡Por fin podían sentir la hierba bajo sus pies! El refugio les brindaba el espacio para correr y es un ambiente que poco a poco les fue devolviendo esa vida que les fue arrebatada y a la que tenían derecho.
Fue muy gratificante ver como se sumergía en la piscina, tal vez por primera vez en su vida estaba sintiendo que era darse un relajante y agradable baño.
Era lo mas parecido a su hábitat natural… ¡Estaba feliz! Se fue recuperando de una manera extraordinaria y rompiendo toda expectativa logró salir adelante. Su cambio fue muy notorio.
Fifi ya no era esa osa de ojos hundidos con la mirada sumergida en la tristeza, en el dolor de vivir por vivir.
Finalmente estos osos estaban aprendiendo a hibernar, un comportamiento innato que les fue cortado. El invierno pasado estuvieron dormitando en un lugar apartado y acondicionado para eso.
El personal del refugio esta muy complacido por el cambio que ha tenido Fifi y sus compañeros, ha sido un cambio para bien. Se sienten felices, libres, con cuidados y llenos de amor.
¡Comparte esta maravillosa historia! Respetemos el hábitat y los comportamientos naturales de los animales. Hay condiciones que no podemos cambiar en ellos, debemos respetarlos.