¡No imaginaba que esto estaba sucediendo! SeaWorld ofrece un espectáculo que se ha convertido en un lugar de interés turístico a nivel mundial por la exhibición que ofrece con animales acuáticos, pero detrás de eso hay una noticia que probablemente no quieren que el público sepa.
El estrés al que están sometidas las orcas está generándoles afecciones físicas. Un veterinario especialista en conjunto con PETA llamado Heather Rally visitó recientemente las instalaciones de SeaWorld en San Antonio para supervisar las orcas.
No estaba contento con lo que vio, con total desagrado comentó que los leones marinos y las orcas, además de problemas dentales, tenían riesgo de ceguera. Él afirmo que: “Todo lo que vi en SeaWorld no puede ser visto por nadie”, aseguró que necesitan tener más supervisión y atención especial.
Pero ante este escenario, lo más grave es el problema de la dentadura de las orcas. Tienen muchos traumas dentales a causa del estrés del cautiverio y el aburrimiento que les produce vivir en ese régimen, que les conduce a roer el borde de sus tanques.
La condición de sus dientes es alarmante, informó que: «Cada orca que observé tenía significativas lesiones en sus dientes, específicamente en la mandíbula inferior”. El daño va mucho más allá de la estética, porque consiste en la fractura de sus piezas dentales y al exponer la pulpa dental, el tejido vivo en el interior de sus dientes les produce dolor y es un puente directo para el paso de las bacterias al torrente sanguíneo. Eso representa un grave peligro para contraer infecciones, enfermedades cardíacas, neumonía, sepsis e incluso la muerte.
Los veterinarios del SeaWorld realizan un programa para limpiar las piezas dentales de los animales, que por el resto de sus vidas tienen que someterse a un proceso de limpieza diaria para mantener sus dientes sanos.
En condiciones normales, en su hábitat natural, las orcas pueden nadar lejos, entre ellas mantienen distancia, pero debido a que en SeaWorld el espacio es muy reducido, la tensión que les genera se convierte en agresividad y violencia.
El cautiverio en los tanques puede causar combates entre las ballenas y provocarse lesiones graves. Rally observó en su visita una cantidad alarmante de marcas en la piel de las ballenas del SeaWorld causadas por los arañazos de los dientes de sus compañeros de acuario. Rally tiene conocimiento de que estas marcas se curan aproximadamente en un año y medio, por tanto las heridas que observó son recientes, cosa que implica que existe una agresividad persistente.
Para combatir la agresividad entre ellos, administran a las ballenas una droga llamada Benzodiazepinas, que calma su nivel de ansiedad. En algunos casos han sido lesiones terribles, por ejemplo hace 3 años un macho llamado Nakai desprendió toda su mandíbula inferior en una pelea contra otra ballena. En el año 1989, una hembra llamada Kandu rompió su propia mandíbula y cortó una arteria a la ballena que atacó provocándole la muerte por una indetenible hemorragia.
Pero Rally no solamente se preocupó por las ballenas, también encontró que los lobos marinos tenían alto riesgo de sufrir graves afecciones oculares. Según su experiencia con animales marinos rescatados, explicó que su vista es altamente sensible y en cautiverio son propensos a contraer enfermedades como cataratas o ceguera.
La Ley de Bienestar Animal (AWA), estableció normas que dictan que todos los animales cautivos tengan las condiciones apropiadas para su bienestar, lo más parecido posible a su hábitat natural y de acuerdo a esto los lobos marinos podrían estar viviendo en un lugar inapropiado que viola esta ley.
Ex entrenadores de SeaWorld declararon que el parque emplea mecanismos que van en contra de las leyes de maltrato animal, como por ejemplo la privación de alimentos para entrenar a las ballenas a realizar ciertas acciones, la separación temprana de las crías recién nacidas de sus madres y la administración de drogas. La esperanza de vida de las orcas es mucho más corta en cautiverio que en su hábitat natural.
Parece que cada vez se suman más personas ante la defensa de estos animales, de hecho SeaWorld anunció la semana pasada un descenso en su actividad en un 84%, lo que significa una representativa disminución de la asistencia de personas al parque.
Es importante que el mundo conozca lo que sucede detrás del espectáculo que ofrecen. Muchas personas no saben lo que ocurre en la vida de estos animales que viven cautivos en diminutas bañeras y que ante el público les hace proyectar tanta felicidad.
No es justo que transcurra su vida en condiciones inadecuadas, tristeza y dolor mientras usan a estos animales para fines comerciales de una industria que brinda sonrisas a niños y adultos a costa de la infelicidad de los animales.
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