La vida de los animales es igual de valiosa que la de los humanos, pese a que muchas personas sin escrúpulos se rehúsen a hacer consciencia y encuentren diversión atentando contra su integridad injustamente.
Son seres hermosos
Recientemente, fue encontrada una alce blanca hembra sin vida, en las inmediaciones de Timmins, Ontario, Canadá. Este hecho ha causado la indignación de miles de personas en el país americano, sobre todo porque cazar alces de dicho color tan especial está prohibido por la ley.
Al parecer, los malvados cazadores que acabaron con la vida de esta majestuosa alce no tomaron en consideración la ley que prohíbe su caza; simplemente querían verla inerte y posteriormente la dejaron tendida sobre el frío suelo, huyendo cobardemente.
Junto al alce blanco se encontró también otra hembra, de color común; permanecían una junto a la otra, mientras que sus miradas aún podían reflejar el terror que vivieron en sus últimos momentos con aliento.
Los alces de color blanco tienen tal pigmentación, no porque sean albinos, sino por la presencia de un gen recesivo en su cadena de ADN. Los ejemplares blancos están protegidos por la ley desde el año 1997, bajo el cuidado del área de la Ley de Conservación de Pesca y Vida Silvestre.
Además de que dicha ley se haya en vigor desde hace más de 20 años, los parques cuentan con diversas advertencias que alertan sobre la prohibición. Sin embargo, en ocasiones la maldad humana no entiende razones ni límites.
“Todo el mundo está indignado y triste. ¿Por qué le dispararías? Nadie debería ser tan malo. Si tienes una licencia para cazar alces, debes respetar las leyes y no dañar a los blancos”, señala Murray Ray, de la asociación Flying Post First Nation.
Ante las declaraciones de la activista hay mucho qué agregar: nadie debería tener licencia para cazar a animales de ninguna especie, tanto los alces blancos como cualquiera, merecen estar a salvo en su hábitat natural sin que nadie atente contra su integridad como «hobby».
La vida de un ser inocente no es un trofeo, es sagrada y debe respetarse.
Hasta el momento no se tiene una cifra exacta de cuántos alces blancos, también conocidos como alces espirituales, existen en el área. No obstante, el fotógrafo de la región Mark Clement considera que pueden ser hasta 30 de ellos.
La comunidad canadiense se encuentra tan afectada por lo sucedido que suplica a todos aportar cualquier tipo de información que permita encontrar a los responsables. Asimismo, se han recaudado 8 mil dólares como recompensa.
“Me entristece que alguien se lleve la vida de un animal tan hermoso. Nadie sabe exactamente cuántos hay en el área, por lo que la pérdida de un solo alce espiritual es devastadora», señaló Troy Woodhouse, miembro de la comunidad de Flying Post.
Estos hermosos animales han sido avistados en la zona durante los últimos 40 años. No es justo que un ser irracional ponga en peligro su especie por una simple tarde de diversión y adrenalina.
¡Merecen justicia!
Todos debemos unirnos en contra de la caza que tanto mal ocasiona a los animales. No te vayas sin compartir y ayuda a hacer consciencia.