Un oficial de la conservación de Canadá ha sido suspendido de empleo y sueldo, no por violar su deber de proteger la vida silvestre, sino por salvar heroicamente la vida de dos animales indefensos que sus altos mandos querían muertos.
A raíz de las reiteradas denuncias de que un oso negro hembra había entrado en una casa rural de la Columbia Británica en compañía de sus dos cachorros, el oficial Bryce Casavant y los bomberos locales fueron enviados a la zona. Por desgracia no era la primera vez que esto sucedía porque la madre oso ya había entrado en una casa y había roto en varias ocasiones un congelador de salmón y de carne de ciervo.
Debido al peligro que corría la familia de la casa y sus vecinos, los altos mandos decidieron acabar con la vida de la madre y la de sus cachorros, pero a la hora de hacer frente a su descendencia huérfana, el oficial de conservación adoptó un enfoque más comprensivo y no quiso aplicarles eutanasia a los cachorros de 8 semanas de edad.
Desafiando las órdenes de sus jefes, Bryce Casavant envió a los cachorros asustados al hospital local de animales, un centro de Recuperación de la vida salvaje. Este acto de bondad ha puesto en peligro su trabajo; las acciones de este oficial están bajo investigación. Hay mucha gente que apoya a Casavant y una petición de change.org ya ha alcanzado más de 190.000 firmas para que acepten de nuevo al oficial en su puesto de trabajo.
Teniendo en cuenta la edad de los osos, el personal del centro de recuperación dijo que son optimistas y que dentro de poco tiempo serán puestos de nuevo en libertad porque pueden sobrevivir sin ninguna dificultad.
ACTUALIZACIÓN: Una foto reciente publicada por la asociación que cuida a los osos huérfanos demuestra que están sanos y fuertes. Ahora piden tu colaboración para su manutención que cuesta $40 al día por cada oso. Puedes colaborar económicamente en este enlace.
¡Comparte esta historia para que vuelvan a aceptar al oficial en su puesto de trabajo!