Con la llegada del invierno y las temperaturas bajo cero, los cuerpos policiales se tienen que preparar para los accidentes en el hielo y las caídas en lagos o ríos quebradizos. Uno de los principales afectados pueden ser las mascotas, los perros son muy curiosos y terminan metiéndose en problemas. Recientemente, un perrito en Nueva Jersey terminó atrapado en las frías aguas de un estanque después de que una fina capa de hielo le jugara una mala pasada.
Su dueño llamó a los policías del municipio de Hopewell, quienes acudieron al llamado sin dudarlo, ya que para eso fueron entrenados.
El padre del perrito llamado Nisel, no deja de llamarlo y alentarlo, pero el hielo resbaladizo no le permitía adherir sus patas a un punto para lograr elevarse hacia tierra firme. El oficial Robert Vorhees, al ver el panorama le pidió a sus compañeros que lo ataran con un arnés y una cuerda a su cintura, y comenzó a arrastrarse sobre el hielo.
Esto era una hazaña muy peligrosa, si el hielo era tan delgado que no soportó el peso del perro, el cuerpo de un hombre podría quebrarlo aún más.
Pero no había otra opción, no podían dejar al animal mucho tiempo ahí o moriría de hipotermia. En pocos segundos y con mucha suerte de que el hielo no se rompiera, Robert logró alcanzar a Nisel con sus brazos, hizo un último esfuerzo y abrazándolo lo impulsó hacia la nieve.
Inmediatamente, los otros oficiales tiraron la cuerda y los arrastraron a tierra firme.
Nisel no esperó ni un segundo para tomar aliento, él simplemente corrió en la dirección en que se encontraba su padre, hizo contacto y continuó corriendo lo más lejos del estanque. Robert advirtió que el perro debía calentarse lo antes posible mientras se quitaba el arnés que le permitió rescatar al perrito.
El dueño de Nisel no puedo evitar acercarse y darles un gran abrazo a los oficiales como muestra de su agradecimiento.
Afortunadamente, en esta ocasión no hubo nada que lamentar igual no está de más aprovechar la ocasión para recordar a todas las personas que viven cerca de ríos, lagos, lagunas o estanques, que pueden llegar a congelarse en invierno, deben estar muy atentos, ya que de igual manera le puede ocurrir a un niño, que no tiene la misma habilidad ni el instinto de un perro. Aplaudimos la valiosa labor de los oficiales y esperamos que Nisel se recupere rápidamente del traumático momento.
Si crees que los cuerpos oficiales pueden convertirse en héroes con acciones como estas, no olvides compartir la historia de Nisel.