Un niño ha realizado un hermoso gesto de amor hacia un perrito mayor tras ser abandonado por su familia. Nuestro peludo protagonista es un poodle de 14 años que fue abandonado en Animal Rescue League de Iowa después de que su familia decidiera mudarse y comenzar una nueva vida. Tristemente, el perrito no estaba en sus planes y terminó solo en una perrera.
El niño adoptó al perrito más viejito del refugio.
El perrito que tiene por nombre Shey esperó en el refugio durante meses para conquistar el corazón de un posible adoptante, pero nadie parecía estar interesado en un perro mayor, mucho menos enfermo y con poca energía para jugar.
Shey sufría de algunas enfermedades dentales y nunca había sido castrado, por lo que los cuidadores del centro de rescate programaron una cirugía y le brindaron toda la atención medica que necesitaba.
El poodle de 14 años fue abandonado por su familia.
Tenía problemas en sus dientes, solo uno no estaba completamente podrido, también estaba sordo y medio ciego. Su estado era desalentador, pero todo cambió cuando al refugio llegó un pequeño niño llamado Tristan que se convirtió en un verdadero ángel para Shey.
Su amor por ayudar a los perritos más vulnerables era tan grande que no le importó su estado de salud, solo quería llevarse a casa a un perrito que le gustaran los abrazos.
Aunque el perrito estaba sordo y parcialmente ciego al niño no le importó.
El personal del refugio sabía que Shey era el indicado, por supuesto que antes le explicaron al niño la condición del perrito, Tristan escuchaba atento y estaba más que decidido en dedicarle los mejores años de su vida.
El personal procedió a colocar al perrito en los brazos del niño y la conexión fue casi que inmediata. Jessica Jorgenson, de Animal Rescue League, comentó al respecto:
“Shey es súper dulce y quiere estar cerca de la gente todo el tiempo”.
Solo bastó ver la expresión del niño para que el personal del refugio supiera que finalmente Shey había encontrado al dueño indicado.
Mientras el niño tenía en sus brazos al perrito, el personal del refugio le contaba a la familia las necesidades y cuidados especiales que necesitaba Shey. Jessica comentó al respecto:
“Estaba tan atento a las necesidades especiales de Shey. Tristan es muy maduro para su edad y formuló muchas preguntas”.
El niño no solo escuchaba atento cada palabra, sino que sorprendió a todos cuando registró en su teléfono las futuras vacunas de su nuevo mejor amigo. Era un dúo perfecto donde la compasión y el más genuino amor brotaban por todas partes.
“El niño entendió que Shey no podía escuchar lo que estaba pasando y que no podía ver las cosas claramente, por lo que fue muy lento con sus acciones. Era muy respetuoso de lo que Shey podía y no podía manejar”, dijo Jessica.
La disposición del niño por cuidar y velar por el bienestar del perrito sorprendió a todos en el refugio, su bondad fue mucho más allá de cubrir las necesidades de su nuevo mejor amigo, Tristán se dio cuenta de la realidad que vivían muchos perritos necesitados, así que le comentó a su madre que debía hacer algo.
La madre del niño tiene una tienda de ropa, y le sugirió que fijaran los ingresos de un día y los donaran a los perros con mayor dificultad para ser adoptados. Así fijaron «los martes de Tristán«, un pequeño gesto de amor que terminó ayudando a muchos perritos vulnerables.
Shey no solo encontró un nuevo hogar sino un lugar favorito para descansar: los brazos de su pequeño dueño.
“Shey está muy contento. Recibir abrazos es su cosa favorita en el mundo, ama acurrucarse con Tristan”, dijo Jessica.
Al poco tiempo se dio a conocer que los días más felices de Tristán llegaron a su fin, en una actualización el refugio informó la triste noticia:
“Lamentamos decir que Shey falleció recientemente. La pérdida de su amigo golpeó duramente a Tristán, pero se alegró de poder darle tanto amor en sus últimos meses. A pesar de que estaba de duelo por Shey, les dijo a sus padres que quería volver al ARL para encontrar otro perro mayor que necesitara ayuda”.
Tristán regresó al refugio nuevamente y adoptó a otro perrito enfermo y mayor llamado Gus, el niño no pudo evitar las lágrimas al recordar todo lo vivido con Shey pero encontró consuelo entre los dulces besos del nuevo peludito que llevaría a casa.
“Estamos tan contentos de que Tristán ahora tenga un nuevo amigo para ayudar a sanar su corazón, y que Gus tenga a un niño tan increíble para amar”, concluyó Jessica.
Tener un perrito en casa tiene muchos efectos positivos en los niños, aún más, cuando son ellos quienes dan el primer paso para adoptar y ser puente de amor en la vida de un perrito mayor o enfermo.
El amor y respeto por los animalitos se inculca desde pequeño. Qué hermoso es saber que un niño tiene tanto amor y compasión por los perritos más vulnerables.