Frente a las terribles historias de negligencias y malos tratos hacia las criaturas más indefensas, se alzan las acciones de personas de buena voluntad que están dispuestas a dar su granito de amor para cuidar a los animalitos más desfavorecidos.
Entre esos seres luminosos y de gran corazón se encuentra Evan, un joven de 10 años que le está dando una lección al mundo con su comportamiento.
A su corta edad, este niño hace mucho más que cualquier adulto, pues su interés por los animales le ha llevado a convertirse en un singular visitante en el Centro de Cuidado de Animales de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
En lugar de irse de paseo o salir con sus amigos, este chico dedica sus fines de semana para acompañar a los perritos solitarios del refugio.
Pero Evan no llega con las manos vacías, este chico encontró un modo singular de entretener a todos los canes hasta el punto de lograr desestresarlos, incluso algunos hasta caen rendidos por el sueño.
Con libro en mano, Evan se convierte en un verdadero entrenador de perros y logra que toda esa soledad y tristeza acumulada se les olvide por completo.
La iniciativa de este amante de los perros inició por una cruel experiencia personal.
Un día la madre de Eva encontró a un perrito demacrado y atado a una cerca en un lugar peligroso, esto impactó al chico que no podía entender cómo alguien podía hacerle eso a una criatura indefensa.
Evan y su madre llevaron al animalito al refugio y en ese acercamiento el niño quedó impactado por la cantidad de criaturas solitarias a la espera de un hogar, así que decidió hacer algo especial por cada uno de ellos.
La idea de llevarlos todos a casa no era una opción, pero Evan quiso ayudarlos de un modo diferente.
Evan vio la situación tan tensa que vivían algunos perritos al estar en las jaulas del refugio, así que por orientación de alguien en la organización empezó a trabajar como cuentacuentos.
A través de la lectura, el niño logra calmar a los perritos.
“La experiencia más gratificante es cuando trato de ayudar específicamente a un perro en riesgo y puedo ver casi de inmediato el impacto y cómo reaccionan cuando les leo. Comienzan a calmarse, y algunos incluso se quedan dormidos”, dijo Evan.
Este pequeño trabaja como voluntario desde el mes de agosto y por lo pronto no espera retirarse. Aunque para algunos su trabajo es absurdo, ya que los perros no entienden de lecturas, la verdad es que la armoniosa voz del chico logra tranquilizarlos.
Quizás el asunto no tenga mucho que ver con lo entretenida de la historia leída por Evan, sino por el hecho de que les dedique tiempo y atención a cada perrito.
El pequeño ya ha establecido fuertes lazos con algunos animalitos y le encanta saber que su lectura logra tranquilizarlos.
“Se ponen en la parte delantera de la perrera y terminan acurrucados en sus camas roncando. Eso me alegra porque puedo decir que están asustados y estresados”, comentó el pequeño.
Evan no sólo planea seguir prestando apoyo en este centro de cuidado animal, sino que desde ya se ha establecido una gran meta para su futuro. Este pequeño desea abrir su propio refugio para continuar ayudando a más animales solitarios a través de la lectura y sus atenciones. No cabe duda de que Evan no sólo tiene un gran corazón, sino que será un hombresito digno de respetar.
Por favor comparte esta historia y ayúdanos a reconocer la labor tan hermosa que hace este pequeño. Más de una persona debería sentirse inspirada con su ejemplo.