Muchas personas dicen ser amantes de los animales, pero muy pocas son capaces de ir más allá de las palabras y actuar noblemente hacia ellos; procurando siempre su bienestar y dándoles un techo cuando lo necesitan.
A su corta edad ha mostrado tener un gran corazón
Para ayudar a los animales no se precisa más que tenerles verdadero amor y ser valiente, porque la edad no es un impedimento. Tal como ha demostrado un ejemplar niño brasileño de apenas 8 años de edad, quien no duda en compartir su habitación con los animalitos que rescata.
Apasionado por los animales y con el sueño de ser policía, Luiz Otávio, de ocho años, ganó hace unos días una medalla y un uniforme del Departamento Penitenciario del Estado de Paraná (Depen), en Cascavel, en el oeste de Paraná.
Fue condecorado como «guardián de animales»
El pequeño comparte su habitación con perritos sin hogar, siendo él y su madre, Neide dos Santos, quienes cuidan de los animales hasta que son adoptados. Por el momento, albergan 14 peluditos, pero su corazón es tan infinito que es probable que sigan sumando muchos más.
«Es maravilloso. Cuida, ayuda. Tenemos 14 animales en casa. Cuidamos perros comunitarios en la calle. En ocasiones usamos un hogar temporal para niñas de una ONG», dijo la madre.
El homenaje al niño se produjo después de que la Organización No Gubernamental (ONG) Latidos do Bem contara la historia de Luiz al personal del departamento policial. La organización cree fervientemente que, para que el mundo sea mejor, es necesario comenzar un cambio con los niños, enseñándoles sobre la importancia del amor por los animales.
«Si educamos para tener este amor en el corazón con nuestros vecinos, sin importar si son un perro, un gato o un humano, crecerán como buenas personas. Eso es lo que tenemos que empezar a hacer en las escuelas, la educación; crear la conciencia de que hacer mal a los animales o cualquier especie merece ser objeto de investigación por parte de la justicia”, explicó la madre de Luiz.
La localidad Depen de Toledo también forma parte de un proyecto que construye casas para animales rescatados por una ONG. La asociación se produjo después de que un peludito sin hogar, llamado Pipoca, recibiera un impacto de un dispositivo de fuego en el patio de la comisaría de Cascavel. Por eso se necesitan más niños como el buen Luiz.
No cabe duda de que Luiz logrará alcanzar su sueño de ser policía al convertirse en adulto y crecerá lleno del amor incondicional de todos sus animalitos.
¡Enhorabuena por él y por su madre de buen corazón!
Todos podemos hacer algo para ayudar a los más necesitados, especialmente cuando no pueden defenderse por sí mismos.
¡No desampares a los animales!
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