Además de la esterilización para evitar camadas indeseadas, es realmente la adopción por manos amorosas y protectoras la que ofrecen a un animal sin hogar una nueva oportunidad de vida.
En días recientes, las redes sociales estallaron mostrando la triste fotografía de un perrito, dejado a su suerte encima de una banca de un parque de la capital azteca, la Ciudad de México.
El hecho causó honda consternación en miles de usuarios en línea. Testigos mudos de la grave situación a la que se enfrentan a diario estos seres inocentes y más vulnerables. Esto se genera por una multiplicidad de razones que, nos guste o no, terminan llevando a algunas personas a deshacerse de ellos.
El can de nombre Max, tenía una pequeña nota a su lado explicando la verdadera razón de por qué se encontraba allí. Y es que su pequeño humano cuidador decidió preservarlo de los tratos indignos a los que era sometido por parte de sus familiares.
Prefirió separarse de su mejor amigo para salvarle la vida.
“Por favor, te pido que adoptes a este perrito y lo cuides muy bien”, se lee en un pedazo de papel de cuaderno, escrita a mano.
Esta triste despedida es tan solo un ejemplo de los sacrificios a los que deben enfrentarse quienes más se aman. La verdad es que este pequeño sufría, como si fuera en carne propia. Cada vez que veía a su canino sucumbir aterrado ante las indignas palizas propinadas por los demás miembros de su familia.
No podía permitirlo más, y decidió acudir al parque con él, con la esperanza de que alguien de buen corazón se fijara en él y lo adoptase. La página Mascotas Difunde compartió la imagen y pidió apoyo a las asociaciones de animales para rescatar al can color miel de la zona sur de la Ciudad de México.
«El dejar aquí a mi perrito me duele mucho, pero tomé la decisión de dejarlo porque mis familiares lo maltrataban y siempre me dolía verlo en esas condiciones. Así que si lees esto y tienes corazón, por favor adóptalo y cuida mucho de él y si no, deja la nota en su lugar para que otros lo lean y adopten”, escribió el niño que dejó a la mascota en la banca.
Por fortuna, Mascotas Coyoacán, organización proanimalista se hizo eco del llamado y acudieron al lugar donde se encontraba el peludo muy asustado. Es un criollo macho joven según lo informado. Y necesita un nuevo hogar, donde lo quieran, cuiden y respeten.
Como es natural, Max se muestra agresivo. No podrá entregarse en adopción hasta después que se vaya adaptando y recobrando la confianza perdida en los humanos. En verdad, se trata de un orejudo más que necesita amor. Ya es hora de comenzar a paliar esta situación de atropello a la integridad, salud y bienestar de los animales.
Max estaba muy asustado y hubo que acercarse con cautela para poder llevárselo. pic.twitter.com/HU7uDv4yjZ
— Mascotas Coyoacán 🐾 (@MascotaCoyoacan) November 22, 2020
Comparte esta historia con tus amigos. Estas son historias que nos tocan el corazón. Historias que nos deben hacer reflexionar acerca de nuestra supuesta evolución como especie.