El daño demoledor causado sobre la vegetación y la vida animal en Australia, como consecuencia de los incendios ocurridos, han tocado la fibra humana de personas en todo el mundo. Uno de ellos fue un pequeño de seis años, en Estados Unidos, quien ha creado una genial idea, para recaudar fondos y así ayudar a los animales.
Owen Colley vive en Massachussets junto a su madre Caitlin Colley; y su padre, Simon, quien creció en los suburbios de Sydney y Owen. Incluso Owen vivió en Australia durante unos meses cuando era un bebé.
Al enterarse por su madre de los detalles sobre los 1.000 millones de animalitos que habían muerto, y el sin número de heridos, en los voraces incendios del país de origen de su padre, Owen sintió un vehemente deseo de ayudar de alguna manera.
“Realmente fue la primera vez que Owen había pedido un deseo que no fuera un nuevo Lego o algo que no fuera para él”, comentó su madre.
Al principio se quedaba en su habitación dibujando canguros, koalas y otros animales, y de esa manera manifestaba el ferviente deseo, compartido por todos, de que comenzara a llover en Nueva Gales del Sur.
Pero sentía que debía hacer algo más contundente para ayudar a recaudar la ayuda monetaria que tanto se necesitaba para que las organizaciones benéficas en Australia pudieran proteger la vida silvestre del país.
Así surgió la brillante idea, junto a sus padres, de elaborar con sus propias manos koalas de arcilla en miniatura, y colocarlos en macetas con cactus decoradas.
Se había propuesto como meta alcanzar ventas de 5.000 dólares, pero la sorpresa de todos fue enorme, llegaron a conseguir 91.332 dólares con la ayuda de la página GoFundMe.
¡Un enorme éxito para una causa maravillosa!
Por cada maceta que entrega, el niño envía un hermoso mensaje como agradecimiento a la persona que gentilmente compra las macetas para colaborar.
“Gracias por ayudar a los animales australianos. Con amor, Owen”, escribe a sus compradores.
Todo el dinero recaudado va dirigido a la organización australiana Wildlife Rescue South Coast, que tiene la loable tarea de proteger la fauna de la zona más afectada por los incendios: Nueva Gales del Sur.
Caitlin Colley está muy contenta con la iniciativa de su hijo, y le gustaría que otros niños pudieran replicar en sus ciudades algo similar para que llegue más ayuda a Australia.
“Cualquiera puede hacer la diferencia y cuando nos unimos podemos hacer una diferencia aún mayor. Me encanta la idea de que quizás otros niños puedan llevar esto a sus comunidades y vender pequeños koalas de arcilla a nivel local y recaudar dinero para esta gran causa”, expresó la orgullosa madre.
Por su parte, Owen no se detiene, y sigue produciendo con sus manos sus creaciones de koalas con mucho entusiasmo.
“Ayudar a los animales es mejor que ver la televisión”, asegura el creativo y filántropo niño.
Sin duda, una hermosa manera de ayudar a tantos animalitos que lo necesitan. ¡Bravo pequeño Owen, personas como tú son el orgullo del mundo entero!
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