En Minnesota es común la caza de ciervos por deporte en determinados períodos del año. El Departamento de Recursos Naturales ha permitido la cacería juvenil, de allí que una niña acompañara a su padre por primera vez a una cacería, y sorprendió a todos.
Lilly Mickelson, una niña de 11 años, fue de caza con su padre, Luke Mickelson. Era su debut, estaba emocionada. Pasaron casi dos horas hasta que avistaron algo.
“Fue mi primer ciervo y mi primera vez saliendo a cazar disparando. Estaba nerviosa de fallar o algo así”, dijo Lilly.
Cuando el animal apareció el padre de Lilly no se había percatado, pero la pequeña sí.
«Al principio él no vio al ciervo, así que tuve que señalarlo. Los dos estábamos emocionados, tratando de encontrar un buen objetivo», dijo la joven cazadora.
Lilly no quería equivocarse, por eso ponía toda su atención, y tal como deseaba no falló.
«Le disparé en la espalda, así que se la rompí, tuve que acercarme nuevamente y dispararle un par de veces antes de que muriera por completo», afirmó la cazadora.
No esperaba tener tanta suerte
¡Es fuerte escuchar esas palabras en una chica de su edad, aludiendo a acabar con la vida de un animal silvestre! Pero el padre estaba emocionado al ver que su hija, siendo la primera vez que salía de caza, había tenido tanta suerte y puntería.
«Todavía estoy en shock por el logro de mi hija, no podría haber estado más orgulloso», dijo Luke.
El padre cuenta a todos sus amigos lo que hizo su hija, pero casi nunca le creen. Y Luke les tiene que mostrar las evidencias fotográficas para que vean que es verdad.
«Realmente no pueden creerlo, simplemente se sientan y se ríen cuando les muestro la foto», dijo Luke.
La niña no se lo toma tan en serio, piensa que fue simple suerte de principiante.
“Solo me río y digo bien, tuve suerte», comentó la humilde Lilly.
Pese a todas las críticas que acciones como esta puedan desatar, este tipo de cacería permite equilibrar la población de estos animales.
«Tener una sobrepoblación de ciervos es malo para los agricultores porque perjudica sus cultivos y es malo para otras prácticas de gestión de la tierra», dijo Kohn.
Por ello, se amplió el programa de licencias de caza en todo el estado para que más familias puedan retomar el deporte al que han venido declinando, vendiendo casi 28,000 licencias de caza juvenil antes del día de apertura de este año.
“Animo a otros papás, especialmente con hijas, a sacarlas a cazar. Es una gran actividad para compartir con ellas», dijo Luke Mickelson.
De esta manera la joven Lilly se ha ganado buena fama como cazadora principiante, pese a todas las críticas que ha desatado.
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