Un día Lori Farris salió de casa como cualquier otro día. No se imaginó que en esa oportunidad se iba a encontrar con un ser muy especial. Iba camino a la escuela en la cual imparte clases como maestra y le salió al paso un gatito.
El animalito se veía realmente afectado por la vida en las calles. Estaba sucio, completamente lleno de pulgas y con la nariz lesionada. El gatito siguió los pasos de Lori y ella no tuvo corazón para darle la espalda.
Willow fue hallada en las calles de Florida en muy malas condiciones
Lo subió a su auto, lo llevó a casa y allí se dispuso a curar sus lesiones y a asearlo un poco. No pudo evitar encariñarse con la mascota, que resultó ser una gatita a la que puso por nombre Willow.
Había algo en Willow que Lori no entendía del todo bien, así que decidió llevarla al veterinario para un buen chequeo. Allí se determinó que además de sus pulgas, la pequeña tenía parásitos intestinales y una infección en los ojos.
Pronto Lori entendió que se trataba de una gatita especial
Sin embargo, el veterinario tenía para Lori una noticia peor: si ella llevaba a esta gatita a un refugio, allí sería sacrificada. No era precisamente una gata normal, así que las probabilidades de que encontrara una familia eran muy pocas.
Como una buena amante de los animales, Lori sabía que no podía permitir que esto sucediera. Entonces, decidió llevar al gatito a casa con ella y se decidió a brindarle la mejor vida posible.
Además, a sus enfermedades se sumaban el aspecto de su cara. El veterinario le explicó a Lori que era como si se tratase de un gato con “Síndrome de Down”, algo que científicamente resulta imposible, pues estos animales no presentan este tipo de condiciones.
Lori hizo lo que cualquiera de buen corazón hubiese hecho: aceptó a Willow tal cual es y aprendió a amarla más allá de sus diferencias.
Willow encontró una familia perfecta, así como a una compañera de juegos amorosa: Ella
Aunque su cara y boca parecían diferentes a las de un gato típico, esta mascota es definitivamente hermosa a su manera y su familia la adora.
Willow tiene ahora unos dos años y está disfrutando de su vida feliz y saludable con Lori y su amiga canina Ella, una Boxer.
Willow es feliz junto a Ella y a su madre Lori
Willow demuestra que los animales son mucho más que su apariencia. Si te encanta esta historia, compártela con tus amigos para alegrarles el día.