Los amantes de los perros sabemos que al ver a uno de estos maravillosos animales la emoción es muy grande. Nos preguntamos ¿qué tipo de perro será? Cariñoso, juguetón, torpe, perezoso… Sea como sea, la sorpresa siempre es grata. En el caso de Lady, se trata de una heroína.
Ella es uno de los tantos perros que parecen típicos de cualquier refugio, es del Baltimore Animal Rescue and Care Shelter (BARCS). “Es uno de esos perros que nadie se detenía a mirar”, contó Bailey Deacon, directora de comunicaciones en BARCS. “Nuestro personal y voluntarios le daban mucho cariño, pero no tenía muchas oportunidades de que el mundo descubra lo maravillosa que realmente es”
“Nadie la elegía, las personas pasaban por allí sin prestarle atención a ese pitbull blanco” La verdad es que hay demasiados pitbulls en los refugios, esta raza es conocida porque el humano en muchos casos le ha dado la espalda a causa de la desinformación. Ningún perro es malo, pero son muy nobles y si un humano le enseña a hacer daño, allí está el peligro. Siempre ha estado en nuestras manos su bienestar.
Esta historia es la mejor prueba de bondad para la raza pitbull. Lady tiene un corazón hermoso que podría salvar al mundo. Esa es la verdad.
En marzo Mandy Weikert y su compañero Chris Kimple fueron al refugio a buscarle un amigo a su perro, que estaba en los últimos días y necesitaba compañía. Cuando les presentaron a Lady, ella prácticamente les suplicó que la lleven.
“Salió y estaba corriendo alrededor de nosotros, jugando amistosamente, era perfecta”, dijo Weikert. “Me hizo reír y supe que siempre lo haría” Así fue como Lady salió del refugio. Ellos no tardaron en confirmar lo maravillosa que es, pero allí no terminó su labor…
Weikert es enfermera en una clínica para pacientes con cáncer, y un día llevó a Lady con ella al trabajo. El perro sabe lo que significa estar al margen y ser subestimado, es posible que eso le haya hecho sensibilizarse de la forma en que lo hizo para animar a los pacientes.
“Ella hace que la gente se ría, o al menos que sonría. Se les olvida por un momento la razón por la que están dentro de esa clínica. Solo son personas que están felices”, dijo Weikert.
Hoy en día Lady está fija en la clínica. “Ni siquiera yo me di cuenta de lo maravillosa que era hasta que su personalidad empezó a fluir poco a poco. Cuando llegue al refugio no pude predecir la bendición en la que se convertiría. Necesitaba solo una oportunidad”, continuó Weikert.
“Ella resultó ser un tesoro. Si alguien aún tiene dudas acerca de su raza, pienso que Lady es el ejemplo perfecto de que ellos valen tanto la pena como cualquier otro perro”, dijo Deacon.
A veces solo hace falta abrir nuestros corazones para darnos cuenta de que los perros solo quieren ser nuestros amigos y hacernos sentir bien.
BARCS
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