El demonio de Tasmania es un animal que desde hace años se encuentra en peligro de extinción, debido a un cáncer contagioso que se desarrolla en forma de tumor en el rostro, más específicamente en el hocico, y luego se extiende por el resto del cuerpo del animal. Ello ocurre por varias razones, tales como mordeduras en las peleas y apareamiento.
Pues bien, dicho esto, hoy todas son buenas noticias para los amantes de los animales y defensores del medio ambiente, ya que, se supo del nacimiento de siete nuevas crías en Australia continental, más de 3 mil años después de que desaparecieran del territorio.
Los diminutos bebés demonios, nacieron en el Santuario de Vida Silvestre Barrington, un lugar de unas 400 hectáreas ubicado en Nueva Gales del Sur, según la ONG Aussie Ark.
Además del cáncer conocido como Enfermedad del Tumor Facial del Demonio (DFTD), que ha diezmado a casi toda la población de demonios de Tasmania, también fueron muertos por los dingos, una especie de perro salvaje que llegó a la región y los confinó a la isla de Tasmania.
En septiembre de 2020, Aussie Ark identificó a las pequeñas crías de marsupiales en las bolsas de sus madres y las devolvió a la naturaleza en Australia continental, después de un ensayo anterior que involucró a 15 ejemplares, lo que elevó el total de demonios de Tasmania en el continente a 26 individuos.
Pasados algunos meses de su liberación, los miembros de la asociación proanimalista han dicho que las criaturas se han reproducido exitosamente.
A pesar de que se trata del marsupial carnívoro más grande del mundo, los describen como del tamaño de un cacahuete sin cáscara. Definitivamente, una muy agradable noticia.
“Hemos trabajado incansablemente durante 10 años para devolver a los demonios a la naturaleza salvaje de Australia continental, con la esperanza de que establezcan una población sostenible. Una vez que regresaran, todo dependía de ellos”, dijo Aussie Ark en un comunicado.
Se sabe que las hembras conciben entre 20 y 40 crías por parto. Luego de que nacen, los bebés suben corriendo a la bolsa de su madre, que tan solo contiene cuatro tetinas. Los primeros en llegar a ella, continúan viviendo allí durante unos tres meses.
“Los habíamos estado observando desde lejos hasta que llegó el momento de intervenir y confirmar el nacimiento de nuestras primeras crías salvajes. ¡Y qué momento!”, dijeron emocionados desde Aussie Ark.
No se trata de cualquier cosa. Esto significa un gran paso hacia adelante para lograr reintroducir a los demonios de Tasmania en Australia y con ello contribuir a controlar las poblaciones de gatos salvajes y zorros que cazan otras especies en peligro de extinción.
Además, su carácter carroñero permite que puedan mantener su hábitat libre de enfermedades. Incluso, y según se ha demostrado, la leche de este animal podría tener el secreto para combatir las súper bacterias.
Comparte esta historia con el mundo entero. ¡El reino animal está de fiesta!. Los conservacionistas calificaron este plan como “histórico” y lo compararon con el proceso de reinserción de los lobos al Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, ocurrida en la década de los años noventa.