No hay nada más aterrador que pensar que a nuestras mascotas les pueda pasar algo malo, los perros son como niños, están completamente bajo nuestra responsabilidad y si algo malo les pasa, el sentimiento de culpa no nos dejaría dormir. Por eso, muchas veces las personas, al ver que sus animales se encuentran en peligro, hacen cosas realmente peligrosas para intentar salvarlos, incluso arriesgando su vida.
Una mujer no podía quedarse inmóvil en la arena, al ver que su perro era arrastrado por un fuerte oleaje en el mar, así que decidió ayudarlo.
Instintivamente, la mujer ingresó a las frías y agitadas aguas cercanas al Palace Pier en Brighton, Reino Unido. En busca de su perro, un Border Collie, que de alguna manera ingresó al agua y no podía salir. En medio de la desesperación, ella se enfrentó cuerpo a cuerpo con una fuerte ola, que terminó arrastrándola nuevamente hasta la orilla.
En ese momento, el animal dejó de verse y ella resignada se disponía a salir del agua.
Pero repentinamente el perro emergió a sus espaldas y la multitud comenzó a gritarle fuertemente para que volteara. Esta vez pudo llegar hasta el animal justo a tiempo para abrazarlo y juntos soportar otra embestida de una ola que los arrastró aún más hasta la orilla.
Alessandro Intini, el autor del video, describe el momento como una pared de agua que golpeó a la mujer.
La mujer visiblemente agotada se arrodilló entre las piedras de la playa mientras un hombre se acercó rápidamente a tomar al perro por su collar para finalmente alejarlo por completo del agua. Se puede ver que el perro intenta colaborar dando algunos pasos nerviosos sobre la alfombra de piedras.
Ella por su parte, toma un poco de aire y se levanta para salir del agua por sus propios medios.
Chris Ingall, del Concejo Municipal de Brighton y Hove, explicó que la mujer corrió con mucha suerte, ya que esas costas son muy peligrosas por su oleaje especialmente durante días lluviosos y porque tiene una depresión muy cerca que hace que su profundidad aumente drásticamente, impidiendo a las personas poder dominar la situación para llegar a la orilla nuevamente.
También asegura que los perros por lo general son expulsados nuevamente a la arena por el mismo oleaje.
Ingall también asegura que le complace saber que esta vez todo salió bien, pero que la recomendación es nunca ingresar de esa manera al agua. De haber avanzado unos metros más, ella hubiese perdido el control de la situación. Se aprovecha el momento para recordar a las personas que en playas peligrosas deberían tener atados a sus animales y evitar ingresar al agua para evitar accidentes fatales.
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