Un día cualquiera de trabajo de una mujer se transformó en la oportunidad de salvarle la vida a una perrita abandonada en el interior de una casa que sufría el peso de la negligencia.
A principio de octubre la rescatista Jami Lassell recibió una llamada. Descubrieron una perrita hecha un saco de huesos que mantenían oculta en el ático de una casa en la que su cuñada estaba haciendo labores de limpieza.
La perrita por fin pudo ver la luz del sol
La residencia ubicada en el condado de Carbon, Pensilvania, era el escenario de un acto cruel y completamente reprochable. Los dueños de la propiedad mantenían a una indefensa perrita escondida en el ático sin darle los cuidados mínimos que requiere cualquier mascota.
La situación impactó tanto a la trabajadora que, nerviosa, decidió comunicarse con su cuñada y rescatista, Jami Lassell.
La habitación estaba llena de heces y en sus paredes se veían los intentos de la perrita por escaparse. Una situación lamentable a la que Jami acudió sin pensarlo, su corazón solo le decía que debían rescatarla.
“Le dije: ‘Estaré allí en 10 minutos y vendré a recogerla’. Y ellos respondieron: ‘Solo debemos advertirte que parece solo piel y huesos’. No sé la última vez que le dieron algo de comer”, dijo Lassell.
Saber cuánto tiempo había estado la perrita resistiendo a tan inhumano trato es imposible de descubrir.
Su cuerpo estaba muy débil y además vivía en una pestilente habitación sin alimento alguna. Sin embargo, la rescatista se sorprendió al descubrir lo amorosa que podía ser la peludita.
Parece que la perrita comprendió que por fin la ayuda había llegado.
La criatura, bautizada como Remi, le demostró a Lassell lo cariñosa y agradecida que era, una actitud que impresionó de inmediato a la mujer.
«Es la perra más cariñosa que he conocido. Tan pronto como me vio, comenzó a mover su cola, solo quería amor «, explicó Lassell.
Aunque el primer plan que tenía la mujer en el momento de responder a la llamada de rescate era sacar a la perrita del lugar y brindarle apoyo durante su recuperación, hay que decir que en estas semanas el asunto cambió por completo.
Jami se ha encariñado tanto con Remi que ahora no está dispuesta a separarse de su lado y la idea de que otra persona la adopte le resulta inaceptable.
La joven decidió quedarse con la pitbull.
Jami terminará de rehabilitar a la perrita para convertirse en su madre oficial para el resto de sus días. Después de conocer de cerca el dolor que tuvo que vivir y lo noble que es este animalito, se niega a dejarla sola. Y más ahora que la perrita podría necesitar una cirugía.
Remi no solo sufrió negligencia, sino malos tratos en ese ático.
Al ser rescatada la perrita recibió varios baños químicos para combatir su problema de pulgas y además recibió la atención de un veterinario.
El especialista determinó que una de sus patas estaba rota y de no recuperarse sería necesario intervenirla. Esa noticia conmocionó más a Lassell, quien admira a Remi por todo lo que ha soportado y lo noble que continúa siendo con los humanos.
Esos ojitos caramelo se han ganado el corazón de todos.
Pese a haber sufrido, esta perrita no puede dejar de darle amor a cada criatura viviente que se le cruza por el frente. Y su corazón se desborda aún más cuando de niños se trata.
“Ella es un ser muy amoroso. Cada vez que ve a alguien, su cola se mueve y sus orejas se animan. Es incluso mejor con los niños que con otros animales. Tenemos cuatro niños en casa, y les deja tirar de ella, acariciarla. Haga lo que haga un niño, ella dejará que jueguen”.
Además de incorporarse a una familia con niños, la perrita también se encontró con otra canina que se ha convertido en su mejor amiga. Se trata de Pittie, otra de las mascotas de la familia de solo 9 meses.
“Se llevan muy bien. Son mejores amigas y hacen todo juntas. Salimos a caminar todo el tiempo, duermen juntas por la noche y duermen en la cama conmigo”, señaló la feliz dueña.
Desde que la peluda llegó a la vida de estas personas, hay más actividad en la casa. Pero para Lassell, con Remi ahora puede sentir que el núcleo está completo:
«Tenemos dos gatos y dos perros, y ella acaba de completarlo todo. Ella es mi pequeña bebé», expresó la amorosa dueña.
Aunque a Remi aún le falta un largo camino por recorrer antes de sanar por completo, la perrita se encuentra en buenas manos. De hecho, la familia inició una campaña de recaudación para cubrir sus gastos médicos y la posible operación de su patita.
Gracias a esta joven por su respuesta rápida y por abrirle las puertas de su hogar y de su corazón a una dulce perrita necesitada. Ahora Remi por fin podrá vivir feliz.