Por mucho tiempo, Debi Krakar se sintió atraída por las mascotas. La simpatía y generosidad de los perros la hacían soñar con la idea de formar un grupo de rescate, contando con la ayuda de perros Golden Retriever, una de las razas más amorosas que existen.
En el 2003 se puso en contacto con una organización de rescate para conseguir al perro que soñaba, pero desgraciadamente para Debi, la rechazaron. En esa oportunidad entendió que estas organizaciones son demasiado estrictas con las normas que exigen de las familias que desean adoptar.
Debi asegura que le negaron la adopción del perro porque su casa “estaba demasiado limpia”. Hoy en día se ríe de la anécdota y asegura que, en efecto, su casa estaba pulcra: ¡había limpiado porque iba a recibir visitas! No imaginó que le iban a decir que no era la madre indicada, porque no iba a poder tolerar el pelaje del animal y la suciedad.
La situación la hizo reflexionar: ¿cuántos perros estarán apartando de familias amorosas, dedicadas y responsables, solo por seguir esas normas? Debi no se desanimó y fue así como Riley llegó a su vida en el 2006.
Era una Golden Retriever tan amorosa y especial, que su dueña decidió que no podía guardar todo ese afecto para ella sola, ¡tenía que compartirlo con el mundo! Y entrenó a su perrita para que fuese certificada como perro de terapia.
Pronto Riley estaba preparada para brindar todo su cariño y bienestar en hospitales, escuelas y hogares de cuidados para ancianos. ¡Los niños enloquecían con la amorosa Riley y su presencia en las aulas fue de mucho provecho!
Educada y alegre, la perrita de Debi enseñó a los niños a interactuar de un modo adecuado con los animales, y a los estudiantes más tímidos les brindó la confianza que necesitaban para relacionarse mejor con otras personas.
El éxito de Riley motivó a su dueña a lograr que muchas otras familias se beneficiaran del amor incondicional que puede dar una mascota, recordó su mala experiencia cuando intentó adoptar y fue rechazada, y se propuso unir a familias responsables con su perro ideal.
Upworthy
Con la ayuda de un gran equipo de voluntarios, Debi Krakar hizo posible su sueño, fundó The Dog Alliance en Austin, Texas, y desde allí no sólo adiestra y capacita a perros para convertirse en mascotas obedientes, que aporten cariño y ayuda a otras personas, también fomenta la adopción.
Here's the video from YNN Austin's Dan Robertson on the job training program for hearing-impaired students, including interviews with Carolyn Honish and Texas School for the Deaf students.
Publiée par The Dog Alliance sur Jeudi 30 mai 2013
Riley y Debi, que realizan una labor incansable que crece día tras día, son un ejemplo de cómo una situación adversa, puede transformarse en una gran oportunidad.
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