Cuando de culturas diferentes a la nuestra se trata, el continente asiático es uno de los que más deferencias tiene, desde los rasgos fisicos hasta las costumbres y formas de alimentarse. Principalmente en las zonas rurales, en las que su manera de hacer las cosas nos puede causar impresión. Esta vez una mujer en Indonesia nos dejó completamente sorprendidos cuando la grabaron trabajando tranquilamente a la orilla del río junto a un enorme cocodrilo, incluso interactúa con el como si de un perro o un gato se tratara.
Esto ocurrió en la ciudad costera de Bontang, en el Distrito Kalimantan Timur, donde se sabe que hay una gran población de cocodrilos de agua salada libremente.
La mujer, que luego pudo ser identificada como “mamá Ambo”, se encontraba en el borde de la casa que flota sobre el agua, limpiando camarones, agachada y con sus manos los lavaba con agua dulce y los pasaba de un recipiente a otro. Pero frente a ella, a pocos centímetros de distancia y con una mirada penetrante, estaba un cocodrilo que se calcula medía entre 10 y 12 metros de largo.
Como si estuviera pidiendo algo de alimento, se encontraba inmóvil mostrando solo sus ojos y su nariz.
Ella primero juguetea con él, le tira un poco de agua en repetidas ocasiones. Quizás con la intención de que se alejara un poco, pero el reptil estaba firme en su posición y esperando que le dieran un poco de comida, así que la mujer desistió del juego y continuó su trabajo como si de algo normal se tratara. Hasta que en una ocasión se ve como la mujer le lanza un camarón al agua y este en un rápido movimiento lo atrapa en su enorme mandíbula y vuelve a quedarse inmóvil.
Para hacer la escena un poco más aterradora para nosotros, se puede ver cómo detrás de la mujer camina un niño de un lado a otro.
Para nosotros sería una hazaña realmente peligrosa, el cocodrilo era tan grande que si hubiese querido se habría subido a la plataforma causando una tragedia. Personalmente yo no permitiría que un niño caminara tan cerca, pero para ellos es parte de su día a día. De hecho, Agus Trianto, el autor del video, quien tiene 27 años, dijo que es muy común que el cocodrilo visite la casa para pedir algo de alimento y que se trata de un vecino amigo. Él es pescador y también le gusta pescar algo extra para darle un poco de alimento a los cocodrilos en el río.
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