Las historias de rescate de algún perrito u otro animal siempre nos conmueven, pues de algún modo nos demuestran que todo lo malo llega a su final y siempre hay la posibilidad de volver a empezar. Claro que no todos los casos terminan de buena manera.
Por esa misma razón nos complace presentarte las aventuras que un perrito llamado Camper ha podido vivir desde que se encontró a una verdadera mamá.
Juntos, el perrito y la chica hacen el mejor equipo.
El can tenía solo 5 meses cuando fue hallado por Nikki Delventhal. La joven lo encontró vagando sin rumbo por el desierto y no pudo contener sus impulsos, puesto que siempre ha sido amante de los animales, y decidió no solo ayudarlo sino hacerlo parte de su vida.
Ese acto cambió su rutina para siempre.
Nikki es una joven bastante activa con un espíritu aventurero y altruista que, junto a su madre, ha estado recorriendo cada rincón de los Estados Unidos en automóvil.
Fue durante uno de sus viajes que se topó con el angelito más tierno: Camper.
Después de una caminata por el desierto, Nikki y su madre estaban listas para comenzar nuevamente el viaje en automóvil cuando de repente un cachorrito comenzó a ladrarle a las ruedas del vehículo.
Era evidente que el perrito quería llamar la atención de las mujeres a toda costa, pues necesitaba ayuda. De alguna forma el can sabía que no podía dejarlas ir o podría perder la vida en la soledad de ese lugar.
Por ese motivo, hizo todo para que se detuvieran.
El perrito persiguió el automóvil hasta que Nikki se estacionó a un lado de la carretera y apenas abrió la puerta, el buen Camper se abalanzó al interior. Tal como ella lo comentó, parece que el can la hubiese reconocido como su salvadora y, ante toda su ternura, la joven no pudo dejarlo de lado.
Nikki lo tomó con ella y decidió ayudarlo.
Debido a su vida en la carretera, la chica no consideró en primera instancia quedarse con el perrito pero no pensaba dejarlo allí. Para ayudarlo lo llevó a un veterinario privado, con quien pensó sería prudente canalizar la entrega a algún refugio pero su caso la conmovió.
Esos eran los primeros planes de Nikki pero Camper tenía uno muy diferente.
El especialista le dijo que, aparte de que tenía una pierna lesionada, el cachorro estaba sano y tendría unos 5 meses, pero había sido dejado de lado en la carretera. Probablemente había sido su propia familia la que decidió abandonarlo y esa realidad le rompió el corazón a la joven.
En ese momento desistió de la idea de entregarlo a un refugio.
Nikki sabía que la perrera no aseguraría que el cachorro encontrara un hogar de inmediato, en cambio ella sí podía darle el amor que tanto merecía. Aunque su viaje necesitó ser replanificado, la señorita Delventhal agregó más picor a su aventura al viajar con un perro.
Esto es algo que no todas las personas están dispuestas a hacer, puesto que implica más responsabilidades pero sin duda que la recompensa es mayor.
Con el perrito a bordo la diversión se multiplicó.
La verdad es que el asunto no ha salido para nada mal, pues desde entonces Camper y Nikki están recorriendo juntos cada rincón del país. Oregon, California, Indiana son solo algunos de los estados que este par ha conocido.
Además de todo esto, el perrito es un can bastante consentido y para corroborarlo solo hay que darse una pasadita por su perfil en redes sociales.
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En su cuenta de Instagram, Nikki mantiene a sus seguidores informados de su travesía y los deleita con hermosas fotografías de Camper.
Ese perrito que pudo morir deshidratado en medio del desierto supo muy bien a quien ladrarle, pues sin duda que Nikki se convirtió en su única salvación en ese momento. Pero, además, una salvación bastante particular, divertida e incomparable.
Ahora Camper es un hermoso aventurero y la maldad de la cual fue víctima no pudo concretarse. Ojala su historia inspire a otros a ser dadores de segundas oportunidades.