Los animales desamparados no tienen la suerte de poder estar de vacaciones, ni si quiera de recibir un poco de amor de cuando en cuando. Esto lo sabe bien una mujer amante de los animales a la que no le importó dejar de lado sus días de relajación para cuidar de un pobre perrito en severas condiciones.
Su mirada lo decía todo
Todo sucedió en la paradisíaca isla Aruba, ubicada al sureste del Caribe, cuando una mujer llamada Melissa se encontró con un maltrecho perrito, en tan mal estado que parecía una piedra.
La tristeza en el rostro del animalito le impidió seguir disfrutando indiferente en la playa, como sí hicieron el resto de personas, así que se propuso ayudarlo a recibir atención médica sin importarle nada más.
Su vida corría peligro
Fue entonces que la amable mujer contactó al grupo de rescate local Sgt Pepper’s Friends, quienes rápidamente acudieron al llamado de ayuda y, juntos, se pusieron a trabajar tratando de salvar al perrito.
“Parecía una piedra andante cuando lo encontré. Sabía que quería ayudarlo, así que abrí la puerta del auto y él saltó de inmediato. Estaba muy agradecido, es extremadamente dulce”, comentó Melissa
El perrito fue bautizado como Ozzy. Su devastador aspecto se debía a que sufría de un caso severo de sarna sarcóptica, una enfermedad en la piel que es altamente contagiosa entre los caninos y es provocada por el ácaro sarcoptes scabiei. Dichos ácaros se entierran en la piel causando picazón e irritación intensa.
De no haber sido por Melissa, el destino del pobre Ozzy pudo haber sido fatal. Su salud estaba tan descuidada que causó un gran asombró incluso entre los rescatistas del refugio que acudieron para ayudarlo.
“Melissa, que estaba de vacaciones aquí, vio a Ozzy y nos contactó para pedir ayuda. Decidimos ayudar, Melissa fue a buscarlo nuevamente y lo llevó a nuestro veterinario. Ozzy parecía una roca: tenía la cara hinchada y los ojos heridos”, dijo la rescatista Dayenne Holwerda.
Como lo esperaban, el diagnóstico de Ozzy no era nada bueno: dio positivo a la enfermedad del gusano del corazón y su sarna sarcóptica afectaba más su situación. Tuvo que vivir en el veterinario para ser tratado adecuadamente.
El tratamiento fue doloroso e incómodo para el lastimado perrito, tuvieron que bañarlo dos veces a la semana y recibir inyecciones en su dolorido cuerpo, todo durante 6 largas semanas.
Pese a todo el dolor, Ozzy estaba muy feliz de recibir tratamiento. Todos los días, el valiente perro dio un paso hacia una mejor salud. ¡Su transformación es realmente increíble!
Lejos ha quedado aquel maltrecho perrito cuyo aspecto asustaba a todo el que lo veía, ahora es feliz y ha recuperado su salud. Incluso parece sonreír a su nueva vida, la que nunca imaginó tener.
Poco a poco se recuperó
“El mundo necesita más ángeles así, dispuestos ayudar a quien más lo necesita sin importar nada más”, escribió un internauta.
Ozzy se encuentra listo para tener un hogar que lo llene de amor y lo cuide como siempre ha merecido. ¡Gracias, Melissa y Sgt Pepper’s Friends por darle a este hermoso angelito una segunda oportunidad!
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