Mary Sedgwick era una estudiante del cuarto año de medicina en Carolina del Norte cuando fue diagnosticada con neuritis óptica bilateral. Esta extraña condición produce la pérdida progresiva de la vista. Pasó seis años en los que veía más y más borroso, hasta que en el 2003 fue declarada ciega.
Antes de conocer a su perrita Mary, estaba sumida en la depresión.
Tuvo que renunciar a su sueño de hacer una carrera en el campo de la medicina, cosa que siempre había sido primordial en su identidad. Se sumió cada vez más en una terrible depresión. Su condición no le permitía trabajar como antes y ella estaba acostumbrada a tener una vida sumamente activa.
Su condición de invidente le obligó a dejar los estudios de medicina.
Sin embargo, todo comenzó a mejorar cuando le asignaron un perro guía que le ayudaría en su día a día. Lucy fue entrenada por Leader Dogs for the Blind, un programa que desde 1939 realiza jornadas de entrenamiento de 26 días para que los ciegos puedan conocer y adaptarse a su nuevo perro guía; y gracias a esto consiguen mejorar notablemente su calidad de vida.
Lucy lleva ocho años acompañando a Mary.
La conexión que hicieron Mary y Lucy fue instantánea. Mary explica a los medios que gracias a Lucy logró reconstruir su vida:
“Sabía que en ese momento, con el vínculo instantáneo entre Lucy y yo, mi viaje en la vida estaba comenzando de nuevo”.
El mayor apoyo que este golden retriever le dio a Mary no fue simplemente ayudarla a caminar más segura por las calles, sino el amor y la amistad que la ayudaron a salir de la depresión.
Las dos han entablado una amistad que va más allá de la necesidad.
Gracias a unos lentes electrónicos llamados eSight Electronic Glasses, Mary pudo realmente observar a los ojos a su amiga perruna y agradecerle con un abrazo todo lo que había hecho por ella durante los 8 años que llevan juntas. Estos lentes tienen una cámara frontal de alta definición, los lentes procesan la imagen de alta calidad para permitir que la imagen llegue a personas con la condición de Mary anulando en gran medida sus limitaciones de vista.
En compañía de Lucy, Mary ha retomado su vida aventurera.
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Un emotivo video grabó el instante en que Mary llora de emoción al poder finalmente ver a Lucy. Le explica a los medios que ese momento ha quedado en su corazón:
“Mi corazón no para de pensar en ese momento y mi mente ha estado explotando de emoción pensando en el potencial futuro”.
Mary espera poder comprar sus lentes y seguir viendo a Lucy y a su familia, pero los lentes tienen un precio de más de 10,000 dólares.
Mary no puede creer que después de casi diez años pueda ver a su perrita por primera vez.
La campaña de Mary busca los fondos para que no sólo ella, sino muchas personas con su condición, puedan tener un poco más de luz en su vida gracias a los lentes eSight. Si quieres ayudarla, no dudes en visitar esta página y realizar una donación.
Te invitamos a compartir esta conmovedora noticia para ayudar a que personas como Mary puedan disfrutar la alegría de ver a sus queridos perros guías.